Hace ya algunos meses que dije que Francia podría convertirse en un foco de inestabilidad para el euro y para la Eurozona y parece que hoy los gestores de fondos de inversión han dicho algo semejante en una encuesta. La inmediata reacción ha sido un día malo para el CAC (que ya lleva algunos más que el resto) y si se queda aquí no pasará gran cosa, pero la historia parece tener un calado algo mayor.

Francia es posiblemente el único país europeo que no ha hecho adecuadamente los deberes. Apenas si ha ajustado un par de detalles y la llegada al poder de Hollande no anticipa que sea la intención del Gobierno hacer grandes reformas. El problema es que sus costes laborales hacer perder competitividad a sus empresas y en general a la economía y en cuanto los tiburones ven una presa fácil corren a hincar el diente.

Ese es el «quid» de la cuestión. ¿Presionarán a Hollande de la misma forma que lo han hecho con España o Italia? De momento, la prima de riesgo no parece acusar mucho el asunto, pero habrá que seguirla con alguna atención, porque eso siempre es el preludio de un ataque con toda la artillería.

Si no fuera por el «pequeño detalle» francés, la jornada de hoy hubiera sido de las de recordar, pero el lastre del CAC ha hecho que los mercados continentales no entraran en estado de euforia y que solo el Ibex español se mostrara descaradamente dispuesto a seguir hacia arriba contra viento y marea.

Afortunadamente, las noticias procedentes de Estados Unidos que hablaban de un acercamiento en la negociación sobre el abismo fiscal y que los republicanos estarían ya trabajando sobre un «Plan B» que les permita salir airosos de una subida de impuestos a los más pudientes (hablan de ingresos superiores al millón de dólares), hicieron que los índices europeos más remolones se animaran en el último tramo de la sesión, lo que contribuyó a maquillar de alguna forma los serios apuros que se habían pasado a media mañana, cuando el CAC pasó un buen rato en negativo.

Al final, las buenas noticias procedentes del otro lado del Atlántico sirvieron para dejar las cosas en su sitio. ¿Alguien duda de quien manda en los mercados? Si piensan que es el Ibex, mejor se lo hacen mirar, por favor.

Al cierre, el Dax avanzó un 0,64%, el FTSE, que estuvo casi tan remolón como el CAC, un 0,40%, el CAC un 0,29% y el Ibex un 1,60%. Todo bien si se mira el resultado final, pero vayan con prudencia porque llega el turno de Francia.