El Centro Cultural Blanquerna de Madrid ha sido el escenario elegido por la editorial catalana Deu i Onze Edicions para presentar el libro “La gran bacanal”, en el que el portavoz adjunto de CiU en el Congreso, Pere Macías y la periodista de El Temps Gemma Aguilera hacen una radiografía a las inversiones en infraestructuras realizadas en España en los tiempos de vacas flacas y que “no ha dejado ni las migajas para Cercanías de Renfe y la N-II en Cataluña”, afirma el coautor que también fe consejero de Política Territorial de la Generalitat con Jordi Pujol.

El trabajo escrito «a cuatro manos” desarrolla la tesis de que el derroche de dinero público en infraestructuras durante los últimos diez años en España ha tenido el claro objetivo político de generar «cohesión social» y unidad en España, independientemente de la funcionalidad de las inversiones. Macias afirma que el libro está dedicado «a los afectados por Cercanías de Renfe y las víctimas de la N-II” porque «la bacanal no les ha dejado ni las migajas». Abona esta tesis el ex ministro de Fomento y ex secretario de Organización del PSOE, José Blanco, que opina en el libro que la planificación del AVE en España ha sido “abusiva”, lo que ha comportado un “autoengaño” colectivo.

Aeropuertos sin aviones, estaciones fantasma de AVE, puertos con diques gigantes sin tráfico de mercancías, autopistas que conducen a territorios económicamente desérticos … Es el resultado de una España que creyó a pies juntillas que la dilapidación de recursos públicos en infraestructuras garantizaría la igualdad de todas las regiones, lo que a juicio de los autores de “La gran bacanal” no es más que “la ficción de la cohesión territorial”. Una década prodigiosa (2000-2010) en que tanto el PP como el PSOE, flanqueados por la bonanza económica, se lanzaron a una carrera desenfrenada para construir a diestro y siniestro en cada provincia.

Hoy, la ficción se ha desmontado. El libro que se presenta hoy en Madrid con presencia del ex ministro, ilustra ese desastre identificando los responsables y sus estrategias, a menudo diseñadas para cada región según las necesidades electorales. El caso más reciente es según los autores del libro, el AVE de Galicia, prometido por el PP en campaña electoral, en plena crisis económica. En el estudio se exponen cifras estremecedoras y se retrata una política de infraestructuras que tiene “el honor” de ser la menos rentable de Europa. Un despilfarro que ha contribuido de forma sensible a la precaria situación de la economía española. Llegados a este punto, se hace muy difícil que la sociedad española siga dando el visto bueno a un dispendio tan obsceno.

Según los autores, los políticos españoles querían generar una unión ficticia de las regiones a través de las infraestructuras de transportes y, además, generar puestos de trabajo allí donde eran menos productivos, aunque luego «no quedaba nada». Macias alerta que «hacer infraestructuras como fenómeno de reequilibrio territorial hace que se hagan algunas innecesarias».

Siguiendo esta línea, la periodista Aguilera enumera algunos de los ejemplos más sonados de esta «bacanal» producida entre 2001 y 2010. El más emblemático es el aeropuerto de Castellón, «donde no se espera ningún vuelo». Y, de hecho, la portada del libro está ilustrada con una fotografía de la escultura que hay en este aeropuerto y «que es el único avión» que hay en esta infraestructura. Sin embargo, no es el único aeropuerto sin aviones y que no funciona. Según Aguilera hay una decena de «aeropuertos fantasma» por España, entre ellos el de Ciudad Real o Huesca. Además, añade más ejemplos de casos similares con el AVE y algún puerto, y explica que esta tendencia continúa. En el libro hay muchos datos y declaraciones de las partes implicadas.

Pere Macias i Arau (Olot, 1956) es doctor ingeniero de Caminos, Canales y Puertos. Fue alcalde de Olot y consejero de Medio Ambiente y de Política Territorial con Jordi Pujol. Ahora es portavoz adjunto de CiU en el Congreso de Diputados. Gemma Aguilera y Marcual (Sant Boi de Llobregat, 1979) es periodista. Trabaja en el semanario El Temps. En 2007 recibió la mención de honor de los Premios Ciudad de Barcelona de periodismo escrito, y en 2011 fue Premio Octubre de Ensayo por la obra “Agent 447, l’home que va detenir el president Companys”.