Con el Dax en «media jornada» y el CAC francés afectado por el creciente rumor de que Fitch podría seguir a Moody’s y S&P recortando el rating francés, que perdería la única triple A que le queda, el Ibex se encontró incapaz de seguir un rumbo, el marcado por el FTSE, y sucumbió al peso de Bankia.

Con los títulos de la entidad financiera cayendo un 26%, el resto del sector financiero vivió un día de pérdidas generalizadas y el selectivo del mercado español terminó pidiendo la hora y el milagro de que al otro lado del Atlántico sean capaces de lograr un acuerdo antes de que el lunes se viva en el parqué español la última sesión del año. Si no se consigue, puede quedar en entredicho incluso el nivel de los 8.000 puntos.

Y es que la perspectiva de que en Estados Unidos no se logre un acuerdo ha terminado por afectar a los mercados europeos que, hasta ahora, se habían llamado a andanas y habían obviado esta circunstancia. Ya comenté que antes o después tendrían que «sincronizarse» Europa y Estados Unidos y la sincronización ha sido a la baja.

Y solo queda esperar al lunes, una sesión en lo que no habrá referencia alemana y en la que la referencia americana será de media jornada. Sin un acuerdo que llevarse a la boca puede ser un aquelarre, pero dudo que con un acuerdo tengamos un subidón en una jornada tan peculiar. Ya veremos.

Al cierre, el Dax se dejó un 0,57%, el CAC un 1,47%, el FTSE un 0,49% y el Ibex un 1,81%. En el selectivo español se notó en exceso el peso de Bankia; en el francés el peso del rumor sobre el rating.