Todos sabemos que la tecnología avanza a marchas forzadas. Y la tecnología aplicada a la medicina, también… Así lo demuestra la actividad de la empresa española Nuubo, nombre que juega con el significado de “nuevo”. ¿Qué hacen concretamente? La pyme, fundada en 2005, se dedica a los dispositivos médicos inalámbricos: la compañía diseña, fabrica y comercializa tecnologías médicas innovadoras. ¿Cuáles por ejemplo? Pues, una muestra: una camiseta inteligente capaz de salvar vidas. La camiseta (hablamos de camiseta pero es una tecnología que puede ser aplicada a otros formatos textiles) es muy útil en personas que hayan tenido un ataque al corazón (funciona como historial clínico de hecho) pero también en la prevención de este problema. “Al contrario que otras tecnologías del mercado, nuestra prenda no tiene incómodos cables ni conectores, permite monitorizaciones durante largos periodos de tiempo sin alterar la vida del usuario y puede monitorizar en cualquier tipo de condiciones, por ejemplo, en las de actividad física intensas como el deporte profesional”, aclara Manuel Bernal, responsable de marketing. La ventaja es que se puede controlar a la persona en tiempo real y en diferido.

Los productos de Nuubo han sido testados ya en escenarios deportivos de diversa índole, como fútbol, motociclismo, Fórmula 1 y atletismo. Por ejemplo, los servicios Médicos del Real Madrid ya han probado la eficacia de la misma en un partido entre veteranos con Zidane, Butragueño o Karanka. Pero no sólo hay interés en el mundo del fútbol, también en la medicina tradicional: de hecho, el textil está registrado como producto médico a nivel europeo.

La empresa aspira a que la medicina inalámbrica y la monitorización remota de parámetros fisiológicos sea una experiencia simple y no intrusiva ya que sus textiles, a diferencia de otros, no tienen ni cables ni sensores. Nuubo, que cuenta con tres socios principales, emplea a 31 personas. Dispone de tres centros de trabajo: las oficinas centrales y el centro de producción en Madrid y las instalaciones en la Universidad Politécnica de Valencia, donde se llevan a cabo las labores de I+D.

A sus proyectos han aportado fondos el Ministerio de Ciencia e Innovación, el de Industria o el Centro Para el Desarrollo Tecnológico. Como es de imaginar, gran parte de su facturación se destina a la I+D.