Es algo que los expertos en Parkinson han estado documentando en los últimos años. Muchos de los pacientes que son tratados con fármacos que aumentan la actividad de la dopamina desarrollan nuevos talentos creativos como la pintura, la escultura o la poesía. La terapia con potenciadores de la dopamina se utiliza para mejorar los síntomas motores que tiene el Parkinson, como el temblor o la rigidez muscular. Además, parece que activan la creatividad, según un artículo de la profesora Rivka Inzelberg de la Universidad de Tel Aviv que se publicará en la revista Behavioral Neuroscience.

Cuando en Navidad, en lugar de la típica caja de bombones, tus pacientes te empiezan a regalar sus propias creaciones artísticas, sospecha que algo raro está pasando. Es lo que debió pensar la profesora Inzelberg. Y es por lo que decidió buscar en la literatura médica si existía alguna evidencia de este aumento en la creatividad de los pacientes de Parkinson.

Tras examinar casos de todo el mundo, que incluían desde un arquitecto que comenzó a pintar y a dibujar después de los tratamientos, o un paciente que a pesar de que antes no había escrito nunca se convirtió en un premiado poeta, encontró un patrón común en todos los casos: todos habían recibido un tratamiento con precursores sintéticos de la dopamina o con agonistas de los receptores de dopamina. El resultado de ambos tratamientos es un aumento de la actividad de la dopamina en el cerebro.

La dopamina es un neurotransmisor con muchas funciones en el cerebro. Una de las principales es transmitir las señales de la actividad motora. Por eso, la ausencia de dopamina que caracteriza la enfermedad de Parkinson está asociada a temblores y a la dificultad de coordinar movimientos. Pero la dopamina también está implicada en la motivación y el sistema de recompensa. Y es este sistema de recompensa el que, según la profesora Inzelberg, está asociado al aumento de la creatividad.

La dopamina y el talento artístico ya habían sido relacionados desde hace tiempo. Y un gran ejemplo es Vincent Van Gogh. Van Gogh tenía episodios psicóticos, que se cree que están motivados por aumentos espontáneos de dopamina en el cerebro. Así que es posible que su creatividad fuera el resultado de su psicosis. La conexión entre enfermedades mentales y la creatividad se ha documentado en numerosos estudios. Por ejemplo, los grades talentos artísticos son más frecuentes en personas que tienen familiares con enfermedad mental. Y en un estudio de 2010 se demostró que el sistema de dopamina en personas sanas que son muy creativas es muy parecido en algunos aspectos al de personas con esquizofrenia.

En el caso de los pacientes de Parkinson, puede ser que lo que está sucediendo es que empiezan a expresar talentos latentes que no se habían atrevido a mostrar antes, afirma Inzelberg, ya que las terapias que potencian la dopamina están asociadas a la perdida de los mecanismos de inhibición.

Para la profesora Inzelberg, estos estallidos de creatividad pueden tener potencial como terapia psicológica y fisiológica. Las terapias con actividades artísticas ya se utiliza para mitigar la pérdida de las habilidades de comunicación verbal en la demencia o en los pacientes de infarto cerebral.

Pero para poder conocer cuál es el mecanismo, el próximo paso es comparar los pacientes que desarrollan más creatividad con aquellos que no presentan este aumento para ver qué es lo que hace que respondan de forma diferente al mismo tratamiento. Y no solo para pacientes de Parkinson, quizás en un futuro den con la clave que hace que esta terapia aumente la creatividad y todos podamos llegar a potenciar nuestro lado artístico.

Fuente:

American Friends of Tel Aviv University