El 3 de enero, el BBVA tardó una hora y 45 minutos en colocar la primera emisión que realizaba una empresa en Occidente. Eran 1.500 millones de euros en deuda senior a cinco años. Desde entonces, se ha producido una auténtica avalancha de emisiones por parte de entidades financieras y de empresas españolas. Algunas, como el Banco Popular o Gas Natural Fenosa, incluso han realizado dos. Ahora, el BBVA, también. Y mejorando sus marcas. Porque ha tardado una hora y media en colocar 1.000 millones de euros de la primera emisión de cédulas hipotecarias a 10 años que hace una entidad financiera española desde que comenzó la crisis.

El dato que más llama la atención, además el largo plazo (10 años), es la demanda suscitada: más de 3.000 millones. La colocación se ha efectuado entre 165 inversores institucionales. El 85% de la demanda ha procedido de fuera de España, principalmente de Alemania (35%), Francia (14%) y Reino Unido (14%).

La fuerte demanda ha permitido que las cédulas hipotecarias del BBVA a diez años tengan un precio muy ajustado: 215 puntos básicos sobre el ‘midswap’, la referencia habitual en este tipo de operaciones. Esto se traduce en un tipo del 3,87%. Un porcentaje que es claramente inferior al 5,13% que paga en el mercado secundario el bono soberano español a 10 años.

Las entidades colocadoras han sido Barclays, Citi, Calyon, Credit Suisse, y la propia entidad. Los bancos han acaparado un 36% de la operación, las gestoras de fondos un 24% y las aseguradoras un 21%.

7.250 millones en 15 días

La banca española ha logrado colocar 7.250 millones de euros en 15 días, tanto a través de deuda senior como de cédulas hipotecarias. Entre ellas, BBVA y Banco Popular (en dos ocasiones), Caixabank, Bankinter y Banco Sabadell.

Además, otras empresas españolas han apelado al mercado, con emisiones de deuda o con bonos convertibles en acciones: Gas Natural Fenosa (también en dos ocasiones), Telefónica, Abengoa, y Red Eléctrica.