Garbanzos marineros

18/01/2013

Patricio Sesma Granell, restaurador. El malogrado Carlos Cano me enseñó que las coplas, las chirigotas, los fados y todas esas canciones del sur son tan nacionalistas como la espatadantza, la muñeira o la sardana.

Me enseñó que las habaneras van desde Europa a América, que los fados unen el Mediterráneo y el Atlántico, que las coplas suenan en Nueva York igual que en Granada, que en Moscú les encanta la música traviesa del carnaval.

Me enseñó que, fuera dónde fuera, todos cantan y todos bailan y que si hay tantas cosas que nos unen, ¿por qué miramos a otro lado? ¿Por qué hay que independizarse? ¿Por qué tenemos que ser diferentes? Disfrutemos todos juntos de la vida.

En el año 1977, hablamos del  siglo pasado, grabó en Pampaneira, alpujarra “granaína”, la canción de la murga los currelantes, que en una de sus estrofas dice así:

 ¡María!

Coge las riendas la autonomía.

¡Marcelo!
Que los paraos quieren currelo.
¡Manué!
¿Con el cacique qué vas a hacer?
’Po’ le vamos a dar con el tran tracatrán,
pico, pala, ichimpún!, y a currelar,
parapá parapá parapá pan pá.

Esto es la murga, los currelantes,
que al respetable buenamente va a explicar
el mecanismo: tira palante
de la manera más bonita y popular.
Se acabe el paro y ‘haiga’ trabajo,
escuela gratis, medicina y hospital.
Pan y alegría nunca nos falten,
que vuelvan pronto los emigrantes,
‘haiga’ cultura y prosperidad.

 

¡¡Sí,  es del año77!! ¡Madre mía! No hemos avanzado nada, seguimos igual. Siempre decimos el tópico de que los andaluces son vagos, que no trabajan, que siempre están de fiesta. ¡Pues viva la madre que los parió! Si ese tópico es cierto, han disfrutado durante 35 años y nosotros los vascos, catalanes, valencianos, gallegos, madrileños, y resto de autonomías, que nos las damos de trabajadores natos, parece que hemos estado perdiendo el tiempo porque, visto lo visto, seguimos reclamando lo mismo que el 77.

Ironías a parte, es triste que estemos reclamando, y suspirando, por lo mismo que en la transición. Esto nos reclama a gritos el hacer una nueva transición, en la que nuestras leyes lleven a la cárcel de inmediato a quien de puño y letra contrata a 104 familiares en una diputación, a quien se lleva el dinero a Suiza y luego pide  más recursos al gobierno central, a quien tras años de desgobierno se desentiende de sus fallos y no se responsabiliza de nada. El mecanismo “tira palante” del que habla la canción no ha de recaer únicamente en el trabajador y además nos tenemos que poner firmes y  a los políticos y gestores bancarios debemos aplicarles  a la fuerza, si es necesario, la estrofa “ ’Po’ le vamos a dar con el tran tracatrán, pico, pala, ichimpún!, y a currelar”.

Y para coger nuevas fuerzas y bríos, y en especial para no caer malos, que nos cobran ya las recetas, y sobre todo para que en algunos pueblos de Castilla La Mancha no necesiten de las urgencias, y no se note que se las han quitado, nos vamos a preparar un plato lleno de energía:

GARBANZOS MARINEROS

 

Ingredientes:

 

100 g.  de gambas.

150 g. de langostinos.

Dos o tres carabineros.

1 calamar tubo o anillas de calamar

Todos  pelados y congelados para que sean más baratitos.

1 litrode caldo de pescado, cualquiera de los que hay en el mercado.

1 pimiento verde.

1/2 pimiento rojo.

1 cebolla.

2 dientes ajo.

400 g. tomate triturado natural.

1 ramito de  hojas de perejil.

Aceite de oliva virgen.

2 botes garbanzos cocidos, o simplemente cocemos los garbanzos como lo hacemos toda la vida.

 

Preparación:

 

Vamos a hacer un sofrito con todos los ingrediente a excepción del los garbanzos.

Ponemos en la cazuela los pimientos, la cebolla, el ajo, el perejil, todo bien picadito y los aros de calamar; lo salteamos hasta que se quede todo bien pochado, añadimos el tomate triturado y el caldo de pescado y dejamos guisar sin tapa y a fuego medio para que evapore el caldo a medida que se hace el tomate.

Una vez hecho el tomate, comprobamos el grado de acidez y de sal. Si está ácido añadimos algo de azúcar y si está soso le añadimos sal, evidentemente.

A continuación  añadimos los mariscos y lo tenemos 10 minutos cociendo.

Una vez terminado el guiso, añadimos los garbanzos bien escurridos y servimos caliente.

El guiso debe estar ligerito, ni muy caldoso, ni muy compacto. Si nos queda muy ligero, pues añadimos un poquito de harina, si está muy espeso lo aligeramos con agua.

Y a comer.

 

¡¡¡ Buen provecho!!!

Patricio Sesma Granell es director de Bokado Madrid

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