Durante su intervención en la inauguración del XI Congreso de CCOO-A, celebrado en Sevilla, Toxo ha apuntado que aún existiendo una «campaña brutal y grosera» para acabar con el movimiento sindical organizado, «no todo lo que sucede al sindicato depende de agentes externos». «Tenemos que ver dónde fallamos y lo que hay que corregir, que son unas cuantas cosas», ha explicado.

En este sentido, ha señalado que CC.OO. es una organización «independiente y autónoma» y debe seguir siéndolo para ser «fuerte y una referencia a la clase obrera». En este punto, también ha indicado la necesaria independencia financiera, porque «si de alguien tenemos que depender, es de la gente que se afilia, de aquellos que ven la utilidad de los sindicatos cuando resuelven problemas».

De esta manera, ha llamado a conseguir «la eficiencia» en la gestión de los recursos. «También nos ha contaminado la fase de abundancia de recursos», ha subrayado el líder sindical, quien ha demandado «eficiencia», «adelgazar la estructura política» del mismo, al tiempo que ha instado a «repensar el sindicato».

Estas tareas «inaplazables» y por las que el sindicato debe «esforzarse», en un contexto «duro y exigente», no pueden aplazarse si CC.OO. quiere que la sociedad vea al sindicato como «herramienta al servicio de los trabajadores, los jóvenes, los pensionistas, los jubilados e inmigrantes», ha subrayado.

Según ha afirmado, la organización sindical de CC.OO. en Andalucía ha estado a la altura de los tiempos que corren, de manera que ha felicitado el «trabajo, el compromiso y el esfuerzo» desarrollado a lo largo de los últimos cuatro años.

Paro

Sobre la actualidad nacional, el líder de CC.OO. no ha querido olvidar la situación de «más de seis millones» de personas en paro en España. «Es una situación preocupante y que demuestra el absoluto fracaso de las políticas desplegadas en Europa y en España», ha asegurado.

«Políticas que nos han exigido salir a la calle en tres huelgas generales, algo inédito en democracia. No hemos salido por afición a ocupar las calles, sino porque estábamos convencidos de que era la respuesta adecuada», ha subrayado.

En este sentido, ha recordado que Europa no cae en la cuenta de que los países que mejor soportan los efectos de la crisis son «aquellos que tienen más desarrollado el modelo social». Al respecto, ha pedido al Gobierno central la renovación del Plan Prepara.

Toxo también ha reclamado una renta mínima garantizada como ciudadano que no esté vinculada al desempleo para obtener derechos de protección. Asimismo, ha demandando a las instituciones democráticas que «ocupen» su lugar frente a los mercados» para que la ciudadanía recupere la confianza en las mismas. «No es de recibo que la democracia asista impávida, sin mover un músculo, a que cada vez más gente no tenga ni lo más básico», ha señalado.

Aquí, Toxo ha llamado a «una especie de refundación de Europa» porque «Europa morirá si no se le da un impulso decidido y si la ciudadanía retira su confianza «al no abordar la crisis de otra manera».

El secretario general de CC.OO. ha reclamado para España un plan de equilibrio de las cuentas públicas y de creación de la economía. «España necesita tiempo y una cifra que pueda pagar», ha señalado en relación al objetivo de déficit señalado por Europa.

«Necesitamos tiempo, no podemos llegar en 2015 al déficit señalado, necesitamos dos años más al menos y un precio adecuado», ha subrayado, mientras que ha demandado un «plan Marshall para Europa, versión del siglo XXI», es decir, un «plan de choque que haga de motor arranque de la economía europea».

Por último, Toxo, ante «el conflicto de proporciones» existente en España, ha instado a un cambio en el rumbo de las políticas y al establecimiento de mecanismos de consenso que permitan transitar por la crisis con efectos paliativos para las personas.

En este sentido, ha criticado la amnistía fiscal y ha pedido una reforma fiscal en profundidad. «No es problema de gasto, sino de eficiencia en el gasto público», ha señalado. Además, ha pedido que se utilice la banca nacionalizada para que operen con el crédito. «Se están gastando 40.000 millones de euros en banca nacionalizada, qué menos que demandar retornos para la ciudadanía en forma de crédito», ha señalado.