En 2011, la banca española daba trabajo a 242.726 personas. Tres años antes, en plena crisis financiera internacional, había llegado a su nivel máximo: 270.855 empleados. Pero el ajuste provocado por la crisis, las fusiones y las absorciones pasan una dolorosa factura: 238.500 trabajadores tenía la banca al terminar 2012, según cálculos de los sindicatos. Para este año esperan la mayor destrucción de empleo en el sector: unos 20.000 puestos de trabajo. Si se confirman esos augurios, la banca terminará 2013 con 218.500 empleos. El nivel más bajo desde 1975 (207.687).

Para tratar de evitar que esos pronósticos se cumplan, los sindicatos han convocado manifestaciones y actos de protesta (el día 23), paros parciales (el día 30). Y una jornada de huelga general el 6 de febrero en Bankia, NCG Banco y Banco de Valencia (CatalunyaBanc no ha comenzado el proceso de negociación de su ajuste). Una huelga general no se veía en la banca desde los años 90. “Es una protesta sin precedentes, porque no hay tampoco precedentes de una destrucción de 50.000 empleos en tres años”, señala José Miguel Villa, de FES-UGT.

José María Martínez, secretario general de Comfia CCOO, argumenta que se recurre a las movilizaciones porque las entidades nacionalizadas no han querido llegar a acuerdos para reducir el impacto del ajuste. “Alegan que Bruselas se lo impone, pero la Comisión Europea da un plazo de cinco años para realizarlo, por lo que hay margen para aplicar medidas no traumáticas, y en ningún sitio del Memorándum se dice cómo hay que hacer la reestructuración, ni que haya que aplicar la reforma laboral. Todo eso es una decisión de los gestores de las entidades”, señala.

Los representantes sindicales señalan que no sólo se trata de despidos, sino de reducciones salariales de hasta el 50%. Además, “se van a cerrar oficinas rentables, lo que va a provocar más restricción del crédito”. “No tiene sentido que, por criterios de competencia, se imponga el cierre de sucursales rentables, porque en algunas zonas de España una sola entidad se va a quedar con el 60% del mercado, y porque va a provocar exclusión financiera”. Conclusión de los sindicatos: en España «se va a configurar un oligopolio» financiero.

Bankia: 4.900 despidos al coste de 50 indemnizaciones

Ángel Bartolomé, de la Confederación de Cuadros y trabajador de Bankia, recuerda que las condiciones ofrecidas por la entidad nacionalizada para el ERE son de 22 días por año trabajado con un máximo de 24 mensualidades, más un fuerte recorte de sueldo y condiciones de forma permanente (no los cuatro años del plan de ajuste) para los que se queden. Además, en la última reunión Bankia ha anunciado que quiere reducir la aportación a los planes de pensión de forma estructural al 2%. El coste de estos 4.900 despidos es alrededor de 300 millones de euros, similar a las indemnizaciones recibidas por los 50 directivos que han salido de la entidad.

Los sindicatos invitan al resto de trabajadores del sector financiero a unirse a las movilizaciones, «ya que, según la situación actual del país y de la banca española, nadie está a salvo«. Y alertan al resto de empleados de banca de que ellos pueden llegar a convertirse en los próximos afectados por los desahucios, «pues, con los recortes de sueldo que se quieren realizar, nadie va a poder pagar las hipotecas«.

El presidente de Csica, Luis Alameda, quiere que estas movilizaciones supongan un «punto de inflexión» en las negociaciones. «Tenemos que hacer que los gestores cambien de actitud, pues el sistema financiero tiene margen para aumentar el número de prejubilaciones y llevar a cabo reducciones salariales y de horarios, y otras medidas no traumáticas», argumenta.

“Van a tener que afrontar ERE sin acuerdo«, reflexiona José María Martínez. “Y ese escenario supone una destrucción de valor en las entidades nacionalizadas, y un atentado al desarrollo del país, porque los ciudadanos ya no van a poder soportar que se ponga más dinero público en bancos que están gestionados por personas con esa falta de responsabilidad«.

“La factura no la pueden pagar los trabajadores en forma de despidos, ni los clientes mediante menores intereses en sus depósitos”, señala el secretario general de Comfia-CCOO.