Los comités de empresa de Seat y Nissan deberán decidir esta semana su futuro inmediato con la asunción de nuevas medidas de ajuste laboral para hacer más competitivas las plantas que las dos multinacionales automovilísticas tienen en Barcelona. La caída de la demanda obliga a la filial española del Grupo Volkswagen a cerrar una de las líneas de producción del Ibiza, lo que supondrá prescindir de 400 trabajadores externos procedentes de Empresas de Trabajo Temporales (ETTs) que cubren bajas y reducciones de jornadas de una plantilla integrada por 14.000 personas. Pero además, debido a que Seat fue el año pasado la única marca del Gurpo Volkswagen que cayó en ventas con un 8,3% de retroceso, la dirección ha comunicado a los sindicatos que planea despedir a 340 trabajadores no vinculados a la producción, preferentemente de oficinas y del departamento comercial.

A cambio de nuevas medidas de ajuste que los sindicatos deberán proponer a la dirección para evitar o paliar estos recortes de plantilla, la plana de Martorell de Seat podría recibir el encargo del Grupo Volkswagen de producir un nuevo todoterreno a partir del año 2015 sobre la base de la plataforma en la que ya se fabrica el Audi Q3. El nuevo vehículo podría también fabricarse para la marca Skoda, lo que supondría un ahorro para el grupo, porque la planta ya está adaptada.

El presidente del comité de empresa de Seat, el dirigente ugetista Matías Carnero, reconoce que se trata de una situación de costes y de adaptación de la producción a la demanda. En su opinión, los sindicatos buscarán ahora una solución lo menos traumática posible para la plantilla de Seat.

La doble escala de Nissan

También parece desencallarse el conflicto que enfrentaba a la dirección de Nissan con su plantilla por la incorporación de una doble escala salarial previa a la adjudicación de un nuevo vehículo a la planta barcelonesa de la multinacional nipona. La mediación de la Generalitat, con Felip Puig a la cabeza, flamante consejero de Empresa y Ocupación; ha logrado que la dirección de la firma se replanteara el golpe sobre la mesa que hace unos días dio al anunciar que descartaba Barcelona para la fabricación de un nuevo turismo.

El sindicato USOC, mayoritario en Nissan, ya ha aceptado la doble escala salarial, que supone una reducción del 20% de los salarios para los nuevos contratados a condición de producir un nuevo vehículo. CCOO y UGT decidirán el próximo sábado en asamblea si también se suman al acuerdo.

La llegada del nuevo turismo compacto a la planta de Nissan en la Zona Franca de Barcelona generaría la contratación de mil puestos de trabajo directos, lo que supondría una repercusión para el empleo en la industria auxiliar del automóvil de otros 3.000 indirectos. La inversión que baraja la multinacional nipona para el nuevo vehículo es de 130 millones de euros. La fabricación de este turismo, a partir de 2014, permitiría además a la planta catalana alcanzar una producción de 200.000 unidades anuales.