Los números de Apple han decepcionado a un mercado que ya esperaba tan poco de la compañía de la manzana que se conformaba con unas previsiones aceptables para el próximo trimestre, pero tampoco ha sido así.

Las cuentas reflejan una caída alarmante del margen de la multinacional, que elevó sus ingresos en el primer trimestre de su ejercicio fiscal hasta los 54.500 millones de dólares, lo que supone un 18% de incremento sobre el ejercicio precedente, para mantener plano, absolutamente plano, el beneficio, que repitió los 13.100 millones del pasado año.

En ambos casos, las cifras finales fallaron por poco respecto a las previsiones de los analistas, que estimaban ingresos de 55.000 millones de dólares y benefciios en torno a los 13.500 millones, pero lo que más ha preocupado ha sido la falta de una proyección oficial por parte de la compañía de beneficio para el próximo triemstre.

La compañía liderada por Tim Cook ha roto con una tradición ancestral y ha proporcionado solamente una previsión de facturación para el trimestre que concluye en marzo próximo y, además, por debajo de las estimaciones. La multinacional habla de enre 41.000 y 43.000 millones de dólares frente a unas previsiones de 45.600 por parte de los analistas.

En lugar de beneficios, Apple ha proporcionado un rango esperado de margen bruto para el próximo trimestre, en el que los rumores apuntan que podría lanzar un iPhone de bajo coste, de entre el 37,5 y el 38,5%.

La falta de una previsión oficial de beneficio fue la espita que precipitó un desplome del precio de las acciones de la multinacional en el mercado «after hours» y apenas una hora después de la presentación de los documentos bajaba un 9,92%.

Entre los analistas se echó en falta la tradicional capacidad de la multinacional para crear expectativas sobre nuevos productos, hecho que se vio subrayado por las respuestas secas de Tim Cook, quien llegó a decir «hace usted preguntas que yo no quiero responder» a un periodista que preguntaba por el proyecto de entrar en TV.