Los atracos a las sucursales bancarias se redujeron un 8%

05/02/2013

Miguel Ángel Valero. La crisis ha creado al ladrón ‘oportunista’, mientras prácticamente han desaparecido las bandas especializadas en este delito

¿Merece la pena arriesgarse a tres años y medio de cárcel, en el mejor de los casos, por un botín de 12.000 euros? Las estadísticas de atracos a sucursales de entidades financieras en España parecen dar un rotundo no como respuesta a esta pregunta. En 2012, hasta el 30 de noviembre, bancos y cajas denunciaron 294 atracos, lo que supone el 8% menos que en diciembre de 2011. Los datos provisionales de diciembre del pasado año permiten estimar que no se superarán los 320 atracos denunciados en el ejercicio precedente.

El número de atracos es el más bajo desde la década de los 90. Está ya muy lejos del récord de 1990, año en el que bancos y cajas contabilizaron 2.855 asaltos a sus sucursales. Prácticamente, ocho cada día. Protagonizados por toxicómanos (fueron los años del auge de la heroína), pero también por bandas de atracadores profesionales, tanto españoles como extranjeros. Desde entonces, los atracos a sucursales bancarias muestran una clara tendencia descendente. Se bajó del listón de los 2.000 asaltos en 1992, con 1.995 denuncias. Y se pasó de la barrera del millar de atracos a partir de 1997, cuando se produjeron 1.085.

En lo que va de siglo, los atracos prácticamente han descendido a más de la mitad: 631 en el año 2000, 294 en 2012 (hasta noviembre), el 53% menos. Pero, paradójicamente, el botín medio logrado por los ladrones el año pasado es bastante superior al de entonces: 12.000 euros, frente a los 9.000 euros del año 2000. En total, los asaltos a sucursales de bancos y cajas generaron 5,65 millones de euros en el año 2000, y 3,53 millones en 2012.

Llama la atención que en 2001, con 604 atracos, el botín medio fuera de 8.500 euros (el volumen total robado a la banca fue de 5,1 millones). Un año más tarde, con 547 asaltos, se robaron 8,53 millones de euros: 15.600 euros de media por atraco. Cifras que ya no han vuelto a aparecer en las estadísticas. Sólo en 2005 se registró un ligero repunte respecto al año precedente: 484 asaltos, frente a los 474 de 2004, con un botín total de 5,4 millones de euros (11.200 euros de media). En 2006, con menos atracos que el año anterior (452, frente a 484), el botín fue mucho mayor: 6,73 millones de euros (14.900 euros de media). No se volvió a superar los 6 millones hasta 2008, con 466 atracos, y un botín medio de 13.300 euros. En 2009 se produjo una fuerte subida en el número de asaltos, 519, pero la cantidad robada fue de 5,58 millones (6,2 millones en 2008), con un botín medio de 10.800 euros (13.300 euros un año antes).

Con muchos menos atracos, el período 2010-2012 muestra botines medios más elevados. En 2010 se registraron 362 asaltos a sucursales de bancos y cajas, que generaron el robo de 3,72 millones de euros (10.300 euros de media). En 2011, 320, con 4,1 millones (13.000 euros de media).

Más seguridad y también efectividad policial

Los atracos a bancos disminuyen por varios motivos, según expertos en seguridad. La principal es la inversión realizada por las entidades financieras en sistemas que dificultan un atraco o que, cuando menos, limiten mucho el botín obtenido.

Otro motivo es la elevada efectividad policial: se detuvo a los responsables del 86% de los atracos en 2011, el 73% el año pasado (hasta noviembre). Otra razón es que las bandas organizadas de delincuentes, sobre todo las españolas, prefieren otros delitos, con menores penas (un atraco cometido sin violencia supone 3,5 años de cárcel como mínimo) y sobre todo mayores recaudaciones.

Lo que sí se ha detectado es un creciente protagonismo de atracadores ‘oportunistas’, no vinculados a bandas organizadas, que actúan generalmente en solitario, y cuyas motivaciones no están ligadas a las toxicomanías. Otro producto de la crisis.

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