Welcome to Eurovegas

08/02/2013

Germán Temprano.

Ni el bicarbonato alivia este ardor de estómago que provoca ver cómo la rendición ante el chantaje se viste de épica victoria ante la ciudadanía. No por sabido resulta menos indignante este paradigma de sumisión del poder político ante el financiero, por oscuro que sea, que supone la llegada de Eurovegas. Sólo desde la mezquindad más absoluta, nada extraña en este país, se puede colegir que oponerse a este proyecto, en las condiciones asumidas, significa negar el pan y la sal a quienes puedan emplearse en él. Ni por lo más remoto. No obstante, si la máxima del ‘mejor algo que nada’, lejos de convertirse en una excepción, se ha erigido de facto en el motor del mercado laboral es más que posible que se gane alguna batalla de la supervivencia diaria a cambio de perder la guerra secular a favor de los derechos de los trabajadores.

Nada sorprendente cuando, por todo argumento, se esgrime la aritmética frívola de los números de puestos de trabajo que, presuntamente, se van a crear. Mienten, y lo saben, cuando dicen que van a ser más de doscientos cincuenta mil. Basta desempolvar las hemerotecas para extraer de ellas grandilocuencias similares cuando el Parque de la Warner iba a ser el acabóse y lo que acabó siendo fue un tumor político y económico. Con todo, estas alegrías que se gastan no es lo peor. Es más grave confundir con premeditación y alevosía un contrato indigno con un derecho constitucional. Tener un trabajo ha de ser una garantía de futuro y no un maquillaje estadístico para mayor gloria de la ministra o el presidente autonómico de turno. A esta sustancial perversión se añade el sangrante agravio comparativo que padecen quienes realmente sustentan el tejido empresarial como son las pymes.

Como por debajo de las alharacas, las cámaras de televisión y las fotos subyace la realidad vaya un ejemplo tan cercano como elocuente. Mientras un pequeño empresario amigo tuvo que abonar el traspaso de su negocio, paga sus impuestos con notable esfuerzo y lleva más de dos años peleando por tener licencia para tres mesas en una terraza, un complemento que puede significar cerrar o no, al señor Adelson se le agasaja con suelo público, bonificaciones fiscales, legislación laboral y de inmigración a la carta y hasta le dejaran fumarse un puro en sus casinos para celebrar la humillación.

Lo que haga falta. Ya lo dijo literalmente Esperanza Aguirre. Pues acaso lo que hubiera hecho falta es preservar la dignidad ante la extorsión, exponer que toda inversión es bienvenida si lo que busca es ejercer su legítimo derecho a lucrarse si no es a costa de recortar derechos adquiridos con sangre, sudor y lágrimas. Igual lo que hubiera hecho falta mucho años atrás es no haber dejado morir a la industria para ahora entregarse en manos de quienes imponen sus exigencias a cambio de dejarte un hueco en las fotografías cuando se inaugure la primera piedra. A ser posible lo más cerca posible de las elecciones.

¿Te ha parecido interesante?

(+2 puntos, 2 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.