La petición del Ejecutivo, defendida por el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, contó con el respaldo de 180 de los 320 diputados presentes, mientras que los 131 del PP se abstuvieron y los 9 restante lo rechazaron.

Asimismo, rechazó la propuesta de Esquerra Republicana (ERC) e IU-ICV que planteaban limitar el estado de alarma a las torres del control afectadas por la paralización y poner fin al mismo  cuando se constate que no existe ningún problema, por 181 votos en contra y 144 en contra.

Durante el debate, que ha contado con la presencia del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, Jáuregui, ha asegurado que las razones por las que el Gobierno pide la prórroga del estado de alarma son «esencialmente» las mismas que provocaron su declaración y que «persisten problemas» que impiden que la recuperación de la normalidad «esté suficientemente garantizada».

En este sentido, ha advertido que las consecuencias de una repetición de la situación vivida a principios de mes serían «demoledoras» y «catastróficas» para el país y el sector turístico.

La negociación colectiva no está sujeta al estado de alarma

El Ministerio de Fomento mantiene que la negociación colectiva no está sujeta al estado de alarma que se va prorrogar hasta el próximo 15 de enero y, por tanto, es partidario de retomar el diálogo con los controladores para la búsqueda de un acuerdo en torno a un nuevo convenio.

Así lo ha reconocido en una conversación informal con periodistas en el pasillo del Congreso el ministro de Fomento, José Blanco, quien, no obstante, no ha querido especular sobre la posibilidad de que se haya cerrado algún acuerdo con los controladores en el entorno del 15 de enero.

El Gobierno considera necesario que ese diálogo con el sector se realice siempre a través de los mismos interlocutores y recuerda que el pasado mes de agosto ya se sellaron algunos acuerdos con los controladores.

Eso sí, Blanco ha hecho hincapié en que él cree en aquellos acuerdos que se cumplen y no en los que quedan en «papel mojado», como ha ocurrido, según ha dicho, con uno de los puntos pactados el pasado verano en el que los controladores se comprometían a mantener la normalidad en el tráfico aéreo mientras la negociación continuase abierta.

Además, el ministro ha destacado que ayer hizo un gesto hacia el sector al prorrogar el plazo que venció el pasado 3 de marzo para permitir que los controladores que o no hicieron o no superaron la prueba para obtener la competencia lingüística puedan realizarla.