Empezando por la limitación de la remuneración de los depósitos, que “penaliza” el ahorro de las familias, lo que a su juicio impide la recuperación.

David Taguas, director del Instituto de Macroeconomía y Finanzas, Universidad Camilo José Cela (CJC),  defiende que no es el momento de vender los bancos públicos y apuesta por esperar a que el entorno mejore. A juicio del que también fue presidente de Seopan y del servicio de estudios del BBVA, “vender ahora CatalunyaBank podría encarecer el coste al Estado”, por lo que el FROB  “debería esperar a que el entorno mejore, porque hacerlo ya es perder”. En cuanto al banco malo, Taguas opina que “no está claro cómo evolucionará, porque si la salida de la crisis es lenta, la SAREB perderá su capital (…) y se gestiona bien puede acabar siendo buen negocio”

Taguas también observa que este año 2013 puede ser “el inicio de la recuperación bancaria”. A su juicio, “un ejemplo  llamativo podría ser Bankia, que tras sufrir enormes pérdidas en 2012 podría abandonar los números rojos este mismo trimestre y podría ser pronto una entidad estabilizada e incluso rentable”.

En cuanto a la política gubernamental, Taguas no ha dejado títere con cabeza. Empezó por criticar que “se ha diseñado una política fiscal que impulsa al ahorro a irse más deprisa”. A su juicio, “estamos cometiendo errores que serán históricos”. Repasó que la imposición sobre ahorro en 2007 eran 15 puntos del PIB y “hoy son 27, es decir doce puntos de subida”. En cuanto a la presión fiscal, Taguas asegura que el IRPF “con la nueva derecha se ha ido al 56%, cuando era del 43% cuando gobernaba la izquierda”.

“Sin ahorro, no se puede invertir y no habrá empleo”

Para Raguas, se ha producido un “hecho diferencial desde que comenzó la crisis en 2007, y es que el ahorro nacional se ha reducido 3,2 puntos”. Una cuestión nada baladí, puesto que en su opinión, “si el ahorro no sube, cuestiona la factibilidad del desapalancamiento de la economía”. En ese sentido, “si en un país endeudado el ahorro cae, tiene cero probabilidad de que pueda devolver la deuda”.

En cuanto al consumo, Taguas ha dicho exactamente todo lo contrario de que suele contarse en el sentido de que no hay actividad porque no hay consumo. El experto ha explicado que el ahorro de las familias y del sector público desde que se inició la crisis ha subido 2,8 puntos del PIB, porque “empezó a subir el consumo al inicio de la crisis, según la contabilidad nacional, al tiempo que cayeron las tasas de inversión y de ahorro, lo que supone justo lo contrario de lo que la gente cuenta”.

Para Taguas, el ahorro de las familias está en niveles mínimos y la limitación de la remuneración de los depósitos, que es donde va buena parte ahorro familiar, presiona a la baja en una economía en la que persisten el déficit corriente y la necesidad de financiación externa. Por primera vez en la historia, según el ex responsable de la Oficina Económica del Gobierno Zapatero, “en los últimos doce meses, la economía española todavía presenta necesidades de financiación del resto del mundo del 1,8% del PIB, lo que significa que a pesar de la crisis, España sigue necesitando ahorro externo para financiarse”.

En cuanto a la tasa de ahorro público, que es la diferencia entre ingresos y gasto corriente, Taguas denunció que ahora está en menos 5,6%, según datos del INE y del Banco de España en octubre de 2012. Una situación que no ha cambiado desde marzo de 2010, de modo que afirma que “el ajuste ha sido cero porque el ahorro del sector público está igual, en -5,6%”. Respecto al déficit público, Taguas también opina que durante los nueve primeros meses del pasado ejercicio el ajuste adicional ha sido también cero, situándose en el 9% del PIB si no se considera las ayudas a las entidades financieras.

Taguas, por otro lado, ha criticado al presidente de la patronal CEOE, Joan Rosell, por poner en duda la fiabilidad de la Encuesta Pública de Empleo (EPA), según la cual en España hay 6 millones de parados. David Taguas ha defendido la labor del Instituto Nacional de Estadística (INE) y se ha mostrado «bastante dolido» por el hecho de que se cuestione y critique una encuesta como la EPA «de una forma tan absurda».