Se le conoce como «progresividad en frío» y Çristóbal Montoro lo sabe muy bien porque lo ha denunciado muchas veces cuando estaba en el Instituto de Estudios Económicos (IEE) y en la oposición…hasta que ahora desde su puesto de ministro de Hacienda está haciendo lo mismo que criticaba.

Con la «progresividad en frío» lo que se trata es de recaudar más al no adecuar la tarifa del IRPF a la inflación del año, de tal manera que con un sistema fiscal progresivo como el español los contribuyentes que aumenten sus rentas (salariales o de otro tipo) como los precios para mantener el poder adquisitivo en términos reales al final pierden dinero porque pagan más por el IRPF al subir de tramo.

Esto es lo que está pasando con la política fiscal del Gobierno de Rajoy y que supone en la práctica un incremento fiscal en el IRPF solo por efecto del mero paso del año natural. A ello hay que sumar el recargo complementario que aprobaron Rajoy y Montoro para los años 2012 y 2013 y conseguir más ingresos de los españoles para encontrarnos con una fuerte subida tributaria. Lo contrario de lo que habían prometido para ganar las elecciones.

Lo que supone esa «progresividad en frío» para los contribuyentes ha sido calculado por los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha): una media de casi 100 euros más (97,53 en concreto) debido a la no adecuación de la tarifa del impuesto a la subida del IPC de 2012.

El importe que se eleva a 222,33 euros en el impuesto que pague este año para los declarantes con rentas de entre 30.000 y 60.000 euros.

Para los contribuyentes con ingresos entre 21.000 y 30.000 euros el impacto será de 114,75 euros.

La cifra se reduce hasta los 52,15 euros, según Gestha, para las rentas de entre 12.000 y 21.000 euros. Los declarantes con ingresos de entre 6.000 y 12.000 euros, por su parte,  tendrán que pagar sólo 13,33 euros más, mientras que en el otro extremo de la escala, las rentas de entre 60.000 y 150.000 euros pagarán 572,92 euros más.

1.795 millones de euros más de recaudación

En conjunto, la no deflactación (eliminar el efecto de la subida de los precios) de la tarifa del IRPF en 2013 permitirá que Hacienda recaude 1.795 millones de euros adicionales.

A esta voracidad recaudatoria ello hay que añadir el impacto de otros 5.261 millones de euros por no haber deflactado las tarifas ni los mínimos personales y familiares en los IRPF de 2010 a 2012, mientras que el IPC de 2010 cerró en el 3% y el de 2011, en el 2,4%.