Enagás está haciendo una reflexión estratégica de cara a los próximos años, aunque las líneas maestras de su nuevo plan, que tendrá como horizonte 2015, se centrarán en la potenciación de su papel como operador de la red gasística española y en el objetivo de garantizar el suministro, aunque, como ya ha ocurrido en los dos últimos años, elevando su perfil internacional. Estos aspectos fueron expuestos por el presidente de la compañía, Antonio Llardén, y por el consejero delegado, Marcelino Oreja.

Pero existen otros temas relevantes, que también formaron parte de la conferencia con los analistas que tuvo lugar este miércoles -día en que la empresa gasista presentó los resultados de 2012-. Llardén se ha mostrado optimista sobre la futura recuperación del consumo total de gas en España -lastrado estos últimos años por las centrales eléctricas, pero con aumento en doméstico e industria-, por las reformas que prepara el Gobierno en el sistema energético. Una de ellas podría ser la moratoria o «hibernación» de algunas centrales.

Además, en su opinión y no sólo porque Enagás opere en ese área, las centrales de ciclo combinado son muy eficientes no sólo porque aseguran el suministro cuando las renovables fallan, sino también por sus costes, por lo que deberían tener un tratamiento diferente al actual. No quiso citar las tecnologías que deberían verse afectadas por la «hibernación», pero sí se mostró partidario de mantener una cuota al carbón. En realidad este tema se podría encuadrar en un avance de la polémica que se va a abrir de cara a la citada reforma del sistema energético, aunque la «batalla» en parte ya se ha iniciado tras las medidas aprobadas este año por el nuevo secretario de Estado de la Energía, Alberto Nadal, demonizadas por algunos afectados y bien recibidas por otros sectores implicados.

Además Enagás quiere avanzar en la internacionalización, un camino emprendido recientemente en Chile y en México, y que forma ya parte de su eje de actuación. Dedicará del orden de los 250 millones de euros al año en los próximos ejercicios a crecer en el exterior, con Chile como una de sus bases de actuación. Llardén afirmó que Enagás ha analizado una posible participación en la venta de los activos internacionales de GNL de Repsol, pero que por ser una venta en bloque y, por tanto, su elevado volumen, descartaron su presencia en el concurso.

Sobre una posible entrada en el capital de Medgaz, el grupo está atento a «posibles inversiones que sean interesantes», aunque Llardén añadió que ya está «muy involucrado» en el funcionamiento del gasoducto.

El presidente de Enagás se mostró satisfecho con la composición de capital de la compañía, en la que ha aumentado la presencia de los inversores institucionales tras la salida de varias cajas hasta el 75%. El operador del sistema gasista Enagás elevará su pay-out -porcentaje del beneficio que reparte entre sus accionistas con el dividendo- del 70% actual a un mínimo del 75 % a partir de 2013.

Llardén, que ha calificado de realista el plan inversor de la compañía hasta 2015, puntualizó que el grupo prevé invertir 2.100 millones de euros en tres años, de los que 1.300 millones se invertirán en negocios regulados en España, fundamentalmente en almacenamientos subterráneos -700 millones- y redes de gasoductos -400 millones-.