A la hora de buscar empleo o aspirar a la promoción interna, además de contar con los conocimientos que le permitan desarrollar funciones concretas, al candidato se le demandan también habilidades, valores y actitudes. Como destaca Carlos Cuervo-Arango, decano de la Facultad de Ciencias Sociales de Nebrija, en el mercado laboral actual,  “desarrollar las competencias profesionales y las condiciones de empleabilidad de las personas es la mejor garantía para reducir la tasa de desempleo”.

Para averiguar qué competencias son las más demandadas por las empresas españolas para “los trabajadores del conocimiento” y cuáles son los factores clave a la hora de gestionar los Recursos Humanos, Nebrija Business School y el Instituto Nebrija de Competencias Profesionales han realizado un estudio entre directores generales y responsables de recursos humanos.

En el estudio, titulado Importancia de las competencias profesionales en la empleabilidad y gestión de RRHH, se distinguen competencias tradicionalmente o comúnmente aceptadas: orientación a resultados, planificación y gestión del tiempo y de proyectos, liderazgo, trabajo en equipo… Por otra parte, recoge otras competencias más propias del paradigma emergente: comportamiento ético, emprendimiento, inteligencia emocional, gestión del cambio…

Si bien todavía predomina la consideración de los conceptos tradicionales de evaluación,  “los empleados y los empleadores potenciales se están adaptando de forma algo lenta al nuevo paradigma y no hay duda de que la crisis económica está actuando como acelerador de su adopción en múltiples aspectos”, explica Jesús Gómez, director del Instituto Nebrija de Competencias Profesionales. A este respecto, aseguran los responsables de este instituto que la formación de directivos actuales y futuros, así como de emprendedores, se debe orientar en la adopción de buenas prácticas asociadas a este nuevo paradigma para modernizar la empresa española y derivarla hacia nuevos niveles de competitividad. De hecho, la predisposición a la movilidad y contar con una buena red de contactos todavía se infravaloran, cuando la realidad está imponiendo que se deben tener en mayor consideración.

Principales resultados
Todas las competencias propuestas en el estudio obtienen una valoración media por encima de los 3,5 puntos, que es el valor central de la escala de 6 puntos utilizada en este estudio. Por consiguiente, todas se consideran importantes aunque con distinta intensidad. Estas son las conclusiones más relevantes del estudio:
. – La negociación aparece como la competencia menos destacada del conjunto. “No es aventurado interpretar este hecho como un reflejo del enfoque vertical, en el que la toma de decisiones y el poder negociador están muy centralizado en la cúspide de la pirámide organizativa, que ha venido predominando en la organización de la mediana y gran empresa española, y también por la falta de desarrollo de esta competencia si nos comparamos con la cultura anglosajona”, explica Gómez.
.- El estudio señala que la orientación a resultados –una competencia tradicional que en este estudio incluye orientación al cliente externo e interno- es la competencia más valorada por las empresas españolas.
.- Le siguen, a no excesiva distancia, competencias asociadas al paradigma emergente: comportamiento ético, iniciativa, intraemprendimiento, creatividad e innovación, gestión del cambio y trabajo en equipo.
.- En los procesos de selección externa, se consideran más importantes las competencias y valores y los resultados/desempeño. Los idiomas ocupan el tercer lugar de la lista en los procesos de selección; en el entorno globalizado actual, el inglés prácticamente se da por supuesto y crece la expectativa de dominio de un segundo idioma. En cuarto lugar aparecen los conocimientos técnicos, otro valor tradicional al que le sigue de cerca el más común: la experiencia laboral.  La movilidad geográfica y/o funcional es importante, pero menos que los anteriores conceptos. En el último lugar de ranking aparecen las expectativas salariales de los candidatos.
.- En los procesos de selección interna se invierte el orden. Ocupan la primera posición los resultados/desempeño y la segunda posición las competencias y valores.

Tomás Calleja, director de Programas de Alta Dirección de Nebrija Business School, destaca que la Universidad de Nebrija fue la primera “que incluyó la formación de habilidades en Grado. Ahora, ha creado, con la colaboración del Instituto de Competencias Profesionales Nebrija, un conjunto de programas formativos eminentemente prácticos que se llevan a cabo de forma transversal, en todos los grados y en la mayoría de los posgrados, y también de forma longitudinal, pues en los estudios de grado los alumnos trabajan estas competencias durante tres cursos académicos distintos. Todos los programas de competencias profesionales tienen una secuencia lógica que empieza con el análisis, desarrollo y liderazgo de uno mismo -inteligencia emocional-, sigue con la práctica de habilidades de relación y comunicación con los demás, y culmina con el desarrollo y liderazgo de equipos, la importancia de la gestión de la diversidad y la mejora de la empleabilidad”.

Calleja hace hincapién en que el objetivo principal de estos programas es facilitar el desarrollo personal, académico y profesional de sus alumnos. Desde el propio proceso de admisión del alumno, se hace una cuidadosa evaluación de su nivel de competencias, que sirve de guía y punto de partida para evaluar mejoras en su desarrollo individual y colectivo.

Más información
.- Descargar el pdf del estudio Importancia de las competencias profesionales en la empleabilidad y gestión de RRHH