Realia y Colonial se enfrentan a la banca mejor situadas que Reyal

22/02/2013

Tania Juanes. El mercado está ahora pendiente de la inmobiliaria participada por Bankia y FCC. El perfil es diferente, pero el caso de Reyal es un dato negativo

La entrada en concurso de acreedores de Reyal Urbis, con una deuda con la banca por 3.680 millones de euros, ha puesto más en actualidad los problemas financieros que atraviesan otras inmobiliarias. Algunas de las compañías relevantes del sector, como Realia y Colonial, atraviesan procesos similares al que la compañía presidida por Rafael Santamaría le ha llevado al crac, pero así como hay similitudes, también existen diferencias  notables.

La relación entre la deuda total de Reyal Urbis, más de 4.100 millones de euros y el valor de sus activos -4.194 millones, según un informe de Jones Lang Lasalle de 2012- no es comparable al de las otras inmobiliarias. Además los datos de los nueve primeros meses del año, periodo en el que perdió 278 millones, apunta a un patrimonio negativo por 976 millones. Y cuenta con otros aspectos negativos: después de superar tres refinanciaciones, algunos de los activos más rentables y con más atractivo están ya en parte en manos de la banca.

Reyal, que pagó 3.300 millones a Banesto y ACS para hacerse con la histórica Urbis-, llegó a valer en Bolsa tras la integración de la dos compañías 2.600 millones de euros frente a los 36 millones actuales.

La crisis inmobiliaria también ha envuelto a Realia, que deberá concluir el 27 de marzo de 2013 el acuerdo de reestructuración de una deuda de 850 millones de euros, unida a su activida de promoción. La empresa, participada por Bankia y FCC, logró un acuerdo con cinco de las siete entidades financieras participantes en el crédito antes de fin de año, pero las dos estantes restantes se negaron al pacto. Como consecuencia las entidades financieras que firmaron el acuerdo, que representaban un porcentaje del 93,55% de la deuda bancaria, suscribieron un compromiso de espera –stand-still-, con vigencia hasta el próximo 27 de marzo y con el fin de contar con el tiempo suficiente para cerrar la negociación de la reestructuración de su deuda.

Con todo, Realia tiene un problema añadido por la estructura de su capital. Bankia, uno de sus socios está intervenido, lo que cuestiona el papel y los compromisos que pueda asumir. Un tema que suma incertidumbres en las conversaciones sobre su futuro, al tiempo que aporta presión vendedora en Bolsa. Y, mientras, con la banca extranjera más reacia a ceder, como se comprobó el pasado diciembre.

El caso de Colonial es diferente, ya que la empresa que preside Juan José Bruguera ha optado por tomar la iniciativa y abrir negociaciones con la banca para refinanciar una deuda que vence en 2014. Es un paso adelante de la inmobiliaria, que cuenta con un endeudamiento de 2.000 millones de euros, a los que hay que agregar los 1.400 millones de Asentia (filial de promoción y suelo). Colonial podría basar su estrategia en la desvinculación de Asentia, a través de la dación en pago a la banca. En medios del mercado se estima que la quiebra de la citada filial cuenta con elevadas posibilidades de producirse.

No obstante la reciente tendencia bajista de esta empresa parece relacionada con la venta masiva de títulos. Por el contrario, cuando los bancos accionistas optaron por la exclusión de Bolsa de Metrovacesa el mercado apostó porque se repetiría el movimiento en Colonial. No en vano sus socios mayoritarios son Credit Agricole, Royal Bank of Scotland, Goldman Sachs, Popular y La Caixa. Pero que ocurra de nuevo una exclusión parece difícil ya que las entidades extranjeras son todavía menos proclives a tomar más riesgo en el sector, ya que además tienen provisionados los riesgos anteriormente asumidos.

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