FCC presenta mañana jueves los resultados de 2012, un año marcado por la contracción de la demanda y las provisiones. No obstante, no es el tema que más esperado en el mercado respecto al presente y futuro de la empresa que controla Esther Koplowitz, el interés se centra en el plan estratégico que ha elaborado el nuevo presidentre Juan Béjar y que se presentará oficialmente en la primera quincena de marzo.

Un programa con un objetivo básico: centrarse en las actividades rentables y desprenderse de las que pueda ser un lastre para el futuro del grupo o que detraen recursos. Posiblemente se convertirá una compañía con una plantilla más reducida y concentrada en menos áreas de actividad.

La estrategia de Béjar alcanzará también a algunas de sus filiales más importantes: la inmobiliaria Realia, que se enfrenta a la refinanciación de un préstamo de 850 millones de euros, y la concesionaria Globalvía.

El programa, que tiene como horizonte 2015, se referirá asimismo a sus objetivo en el exterior, ya que la mayor internacionalización, pero en proyectos rentables, es otra de las metas de su estrategia para los próximos tres años. La marcha de las negociaciones con la banca en Alpine y la venta de la división de energía son otras preguntas de gestores y analistas que aguardan al nuevo máximo ejecutivo de FCC.

Béjar no ha tenido demasiado tiempo desde que sustituyó a Baldomero Falcones para diseñar las líneas de actuación que cuentan además con otro tema central: la contención de la deuda y de los costes financieros. Pero la actitud de la banca no permite otra forma de actuación.

El grupo ya abordó el pasado años dos recortes de personal su filial Cementos Portland presidida hasta el momento por Juan Béjar, y que acaba de cerrar una operación que además de plusvalías avanza en su internacionalización. Esta filial pactó expedientes de regulación de empleo (ERE) para las actividades de cemento y hormigón que afectaron a 250 y 291 empleados.