En 70 propuestas han marcado las cinco líneas de la colección de moda nupcial para el próximo año.

El equipo de diseño, con más de 60 profesionales, dice tomar como referencia la moda ibicenca y el corte vintage. Vestidos de crochet, encaje y pedrería, con espaldas en tul transparente con bordados, como si fueran tatuajes, que ellos encuentran perfectos para una boda en la playa o una ceremonia al aire libre, que sería lo propio de Ibiza. También hay lugar para propuestas más clásicas como los vestidos con escotes palabra de honor, corazón y cuerpos encorsetados para marcar la figura de sirena y así dejar que las faldas de tul mórbido, el de mayor calidad, adquieran volumen y vuelo.

En la propuesta de St.Patrick, que es la marca que se vende en tiendas multimarca de 90 países de todo el mundo con más de 1000 puntos de venta, sobresalen los denominados escote scoop o en forma de U, con pequeñas mangas en tul o gasa que cubren los hombros, y que por la espalda dibujan la misma U pero invertida.

También tienen protagonismo los pronunciados escotes en V y los escotes velados de tul suaves. Además de las capitas de tul para cubrir sutilmente los escotes. Los trajes no se destacan por llevar una cola pronunciada, al contrario escasean las prolongaciones.

Otra de las novedades son las aplicaciones de bordados y los velos cortos. Así como algunas faldas con volantes o trocitos de gasas a modo de aplicaciones como si fueran pañuelos. No hay más color que la gama de blancos y cremas, por tanto, ausencia de color.

Siguen siendo tendencia los corsés y los cierres de lazo, en su parte posterior, así como los ornamentos florales y las botonaduras que recorren la espalda. Nuevos guipures, la novedad del brillo del tejido glitter ( las telas con brilli-brilli) y la presencia de cinturones finitos atados por delante o terminados en un lazo posterior, para resaltar la cintura.

Los trajes de St Patrick Bridal van de los 800 a los 1.600 euros de media.