El grupo italiano Enel, propietario del más del 90% de las acciones de Endesa, tiene previsto presentar este miércoles, 13 de marzo, su plan estratégico en Roma. Es un programa que cuenta con diferentes apartados en función de las filiales más importantes y las áreas geográficas en las que está presente la compañía transalpina, una de las cuales es su participada española.

El programa y las prioridades para los próximos ejercicios se han elaborado en un contexto muy complejo para la empresa que dirige Borja Prado, tanto por la debilidad del consumo en el mercado español como por las normativas recientemente aprobadas que pueden lastrar aún más los resultados de la compañía. Endesa obtuvo un beneficio neto consolidado de 2.034 millones de euros en 2012, con un recorte del 8% respecto de 2011, El grupo argumentó esta caída en el  efecto de las medidas regulatorias aprobadas por el Gobierno el año pasado, que han implicado una menor remuneración de determinadas actividades reguladas en España.

Con todo, la eléctrica precisa que el futuro puede ser peor, ya que las cuentas del 2012 no reflejan el impacto de las nuevas medidas fiscales sobre la generación aprobadas en España, que comenzaron a aplicarse en 2013.

En este contexto, Endesa tiene previsto «presentar recursos ante los tribunales en cuanto concluya los análisis» jurídicos acerca de las medidas adoptadas por el Gobierno en el sector eléctrico en los últimos meses, entre las que figuran no solo la reciente orden con la congelación de peajes, sino también recortes durante 2012 en los que la eléctrica aprecia elementos «discriminatorios y retroactivos». Esta conclusión fue realizada durante la presentación de resultados por el consejero delegado de la compañía, Andrea Brentan, en una conferencia con analistas, en la que advirtió de que, tras los recortes, «Endesa está trabajando obviamente en un plan de recorte de costes y gastos operativos para eliminar la instalación de nuevos proyectos de capacidad eléctrica» en España.

El directivo también pronosticó un encarecimiento de la electricidad en los mercados mayoristas durante 2013, a la vista de que las ventas a plazo marcan ya precios de 62 euros por megavatios hora, frente a los 49,2 euros por megavatios de la última subasta Cesur, y de que los nuevos impuestos eléctricos se trasladarán previsiblemente «lo más posible» al pool -mercado mayorista de generación-.

La compañía -que se ve afectada por el aumento de la tasa al conjunto de la generación al 7%, por los impuestos a hidroeléctricas, nucleares y carbón, e indirectamente a las renovables, entre otros aspectos- parece encontrarse en alguna medida sola en su batalla, es decir, no respaldada por el resto de las empresas integradas -Iberdrola y Gas Natural-Fenosa- que parecen aceptar, aunque con algunas críticas, las medidas del Ministerio de Industria. Y es que las únicas compañías que han hablado de medidas legales, además de Endesa, son las que su actividad se centra en las energías renovables.

El plan se presenta además cuando los rumores en medios energéticos apuntan a la pronta salida de Borja Prado e, incluso, a una opa de exclusión, para una mayor filialización de Endesa y sus activos de América Latina, aunque esta operación se enfrenta a un problema significativo: el coste para Enel que, por el contrario, quiere acometer una reducción de deuda.

Mientras, y después de algunos obstáculos, Enel-Endesa avanza en su objetivo de ampliación de capital la filial Enersis -60% propiedad de Endesa España-, con lo que la meta de hacer de ese grupo chileno la primera utility del mercado sudamericano está más cerca de ser una realidad. Esto se produce además con casi todos los mercados que Enersis aglutinará, presentando cifras muy positivas. Como señalan algunos analistas, lo que realmente le interesa a Enel de Endesa ahora es su presencia en América Latina.