En el encuentro, moderado por Xavier Gangonells, secretario general de la Asociación Española de Directivos (AED), todos los ponentes estuvieron de acuerdo en que la reforma laboral ha coincidido con conflictos laborales especialmente graves en lo relacionado con el despido colectivo. También se ha puesto en evidencia que la implantación de la reforma ha puesto de manifiesto las ambigüedades del texto.

María Luisa Segoviano, magistrada del Tribunal Supremo, ha advertido que las características del despido colectivo y del despido objetivo han planteado dudas jurídicas.  Según Pizarroso, lo que en principio parecía que podría ser “una revolución para las principales instituciones político laborales, está confirmando que necesita más tiempo para que podamos evaluar una tendencia, no sólo en las relaciones laborares, sino también en nuestra economía actual”.

En el ámbito de la negociación colectiva, íntimamente relacionado con el despido, la socia de KPMG se ha mostrado decepcionada. Ha calificado como “un fiasco” que en la práctica no se haya establecido la prioridad aplicativa de los convenios de empresa frente a los convenios de ámbito superior, medida que “afectaba a los cimientos de nuestro sistema de relaciones laborales”. En esta línea, los ponentes han mostrado también su preocupación por la ultra actividad (que permitía el alargamiento en los convenios)  y que debería darse en menor medida después de que la reforma permitiese  los descuelgues de los convenios. Sin embargo, Enrique Lillo, abogado del gabinete interfederal de Comisiones Obreras (CCOO), ha vaticinado que en su opinión “el problema de la ultra actividad se va a agudizar en julio”.

Paz social
Alterada por la crisis económica, la paz social también preocupa a los expertos. Para el abogado de CCOO “el gran problema de la reforma laboral es que es una invitación a bajar el sueldo y a despedir. La cultura social y económica generada lleva a  firmar pactos de compromiso en la negociación del ERE”. Cree este sindicalista, además, “que los problemas no han terminado y que estas sentencias son fruto de la situación legal vigente”.

En este sentido, Susana Pizarroso, socia de Legal Labor Practice en  la consultora KPMG, ha señalado que “si vamos a las estadísticas relativas al número de huelgas convocadas, de los trabajadores participantes y de las horas de trabajo perdidas, se observa un incremento de la conflictividad laboral y un deterioro acusado de la paz social”. Sin embargo,  se ha mostrado convencida de que “la reforma laboral es un reto y una oportunidad que se nos brinda para construir entre todos un modelo de relaciones laborales que sea moderno, dinámico y que nos permita convertirnos en una economía de vanguardia”.