El presidente del BBVA, Francisco González, aprovechó la última pregunta de un accionista en la junta general, “¿hemos aprendido algo de esta crisis?”, para criticar que hubo «mucha laxitud» por parte de los reguladores y supervisores antes de que se llegara a esa situación. Sus palabras, «no están muy lejos de este país», parecen apuntar al Banco de España durante la etapa de Miguel Ángel Fernández Ordóñez (MAFO) como gobernador. Aunque no comparte la acusación de otro accionista, “no es una crisis, es una gran estafa que se está aprovechando para desmantelar el Estado del Bienestar”, Francisco González subraya que hubo «malos hábitos y conductas fraudulentas«.

En la misma línea, responde a las intervenciones de algunos accionistasque la crisis se «veía venir» desde 2002, ante las señales que mostraba la burbuja inmobiliaria. Pero destaca que hay que aprender de estas situaciones: «Las crisis dan información con anticipación».

Fue una junta tranquila, pero muy larga, por las intervenciones de una veintena de accionistas, que efectuaron críticas a la remuneración del consejo de administración y a la gestión, especialmente a la compra de Unnim, y preguntaron sobre la implicación del BBVA en el caso Undargarín (el presidente replicó que el directivo del banco comparece como testigo, no como imputado), la financiación a empresas fabricantes de armas, los desahucios, las cláusulas abusivas en las hipotecas, las preferentes, los productos de cobertura de tipos de interés.

El presidente del BBVA defendió la compra de Unnim. “Si el banco no acude a la puja, la entidad habría quebrado y 5.000 personas ya no tendrían trabajo. Nuestra oferta ha permitido salvar muchísimos empleos”. En su discurso, el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, destacó que Unnim refuerza su posición en Cataluña, “uno de los mercados más atractivos y de mayor potencial de crecimiento en España”.

Sobre la comercialización de participaciones preferentes, Francisco González reconoce que «hubo abusos«, pero recuerda que “el BBVA fue el primer banco en dar una solución” mediante su canje por acciones. Y anuncia que la votación de la retribución del consejo por parte de la junta general de accionistas, que ahora es “consultiva”, será “vinculante”.

Sobre la cotización, el presidente del BBVA admite que “está todavía muy deprimida por la incertidumbre en Europa y España, pero yo personalmente sigo comprando acciones”.

 

Defensa de las reformas

En su discurso ante la junta, Francisco González defendió las reformas del actual Gobierno: “con mucho esfuerzo y un alto coste, por fin se están sentando las bases para la salida de esta crisis”, “hemos roto la insostenible tendencia al alza del déficit público que nos dejó el anterior Gobierno”. Admite que 2013 “va a ser un año duro”, pero pronostica que “puede ser el punto de inflexión hacia una fase de mayor estabilidad y crecimiento”. “Podríamos empezar a crecer en la última parte de este año, y estaríamos creando empleo a partir de 2014”, subraya.

El presidente del BBVA admite que el sistema financiero “ha fallado” y que se han producido “deficiencias muy graves en muchas entidades: comportamientos erróneos, imprudentes o claramente fraudulentos que afectan al conjunto del sistema”. Pero precisa que “todas las entidades no son iguales, y no se han comportado de la misma forma”, por lo que “es imprescindible que se identifiquen y se asignen a cada uno las responsabilidades que le corresponden, para no repetir los mismos errores en el futuro y para restablecer la confianza en el sistema”.

Sobre el grupo, pronostica “un gran recorrido” en México y el resto de América Latina, Turquía (el BBVA aumentará su participación en el Garanti “en el momento que creamos más oportuno”), Estados Unidos (“en pocos años veremos cómo se convertirá en uno de los mercados más importantes para el banco”) y China.

En España, el BBVA tiene una cuota de mercado del 12% (7% en el año 2000) y su presidente exige un 20%, aunque ya no fija plazos precisos: “en un tiempo razonable”.

Francisco González destaca que el BBVA “ha atravesado la crisis sin costarles un céntimo a los contribuyentes, sin necesidad de ayuda pública alguna, de ampliaciones forzadas de capital y sin vender ningún activo estratégico”. El consejero delegado, Ángel Cano, añade que “manteniendo la política de dividendos, cuando la mayoría de nuestros competidores internacionales los está reduciendo o cancelando”.

Francisco González fue reelegido presidente, para otro mandato de tres años, con el 91% de los votos (logró el 93,4% en 2010). También renuevan Ángel Cano, como consejero delegado, y Ramón Bustamante e Ignacio Ferrero como consejeros. La junta tuvo un quorum récord: 66,5%. Prácticamente el 99% aprobó las cuentas de 2012.