CaixaBank ha planteado este viernes la movilidad forzosa de 2.000 empleados para evitar despidos en el marco del excedente de personal que calcula en 3.002 personas, han informado fuentes sindicales, que han rechazado este volumen de cambio de lugar de trabajo obligado.

Entidad y sindicatos están acelerando las conversaciones para intentar alcanzar un acuerdo antes del 1 de abril, cuando entra en vigor la nueva legislación sobre las condiciones de jubilación y prejubilación.

Los sindicatos celebraron este jueves que CaixaBank haya aceptado readmitir a los 743 empleados de Banca Cívica actualmente en un ERE de suspensión, para los que preveía la finalización del contrato.

Así, cuando dejen de estar afectados por el ERE, se reincorporarán a la plantilla y entrarán como cualquier otro empleado en la rueda de opciones como prejubilaciones y bajas incentivadas.

Esto acercó posiciones en las negociaciones, pero este viernes han vuelto a alejarse: Los representantes sindicales han criticado la propuesta tan elevada de movilidad forzosa, y que el banco presidido por Isidre Fainé mantenga la postura de aplicar despidos si no alcanza la cifra de 3.002 personas con otras medidas.

El próximo encuentro entre representantes de CaixaBank y de la plantilla está previsto para el lunes, día 25 de marzo, ya Semana Santa.