La Asamblea extraordinaria electoral de la CEOE comenzó con la intervención del presidente saliente, Gerardo Díaz Ferrán, quien pidió perdón por los errores que hubiera podido cometer, pero también aprovechó para criticar la «mala gestión» que ha hecho el Gobierno de la crisis y que ha llevado a muchos empreasrios, como a él mismo, a atravesar por graves problemas.

En un auditorio del Palacio de Congresos del Ifema lleno casi hasta la bandera, Gerado Díaz Ferrán, empleó su despedida en criticar al Gobierno, al que recriminó por no haber hecho caso a las recomendaciones de la patronal. De haberlo hecho, dijo, se podría haber evitado el deterioro económico y que muchos poryectos empresariales hayan fracaso, pese a toda «la lucha sin descando para sacar adelante nuestras empresas». Y en ese momento, se incluyó a él mismo: «No todos lo conseguimos y hemos sido muchos los que hemos pagado un alto precio al ver cómo se desvanecían los sueños de toda una vida».

En esta ocasión su discurso no fue interrumpido en ningún momento por aplausos, que solo se produjeron al final de su intervención, con la que intentó dejar claro que todas las «descalificaciones» que ha recibido en el último año de su gestión al frente de la CEOE, luego se vieron acompañadas de la adopción de las medidas que los empresarios habían propuesto, aunque del todo «insuficientes» porque fueron «mal llevadas» en su desarrollo.

No obstante, Díaz Ferrán también pidió «perdón por los errores» que había cometido durante su mandato, aunque matizó que siempre había actuado con «esfuerzo y trabajo» para defender los intereses de los empresarios, además de luchar por preservar la indepencia de la organización. «Mi mayor deseo -dijo- es que así lo hayáis entendido».

Después se refirió a la nueva etapa que comienza la CEOE tras su marcha. Se mostró optimista al considerar que la patronal logrará ser más «transparente, independiente, profesional y participativa», y con un símil náutico, concluyó su intervención asegurando que «el capitán podrá tener problemas, de hecho los tiene, pero el barco está navegando a velocidad de crucero… y sin llegar a puerto puede subir el nuevo capitán», por lo que pidió a todos que se sientan orgullos por ser empresarios y «de nuestro barco».