La inauguración de la exposición “La nueva cara del euro” en el Banco de España, segunda etapa de un itinerario que comenzó en el Museo Arqueológico de Fráncfort hace dos meses y que estará en Madrid hasta el 12 de mayo, se convirtió en un alegato del euro, pocas horas después de lograrse in extremis un acuerdo para el rescate de Chipre. La nueva serie de billetes en euros, denominada Europa por la hija de un dios fenicio, seducida por un Zeus transformado en toro que la raptó a Creta, aunque algunos la confunden con la diosa Cibeles, comienza con el de 5 euros, que comenzará a circular el 2 de mayo, con varios elementos de seguridad nuevos para dificultar su falsificación.

Yves Mersch, del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo /(BCE), señala que los nuevos billetes, que irán sustituyendo progresivamente a los actuales, “pretenden reforzar ese sentimiento de pertenencia y compromiso” con Europa. La moneda única “constituye un elemento esencial en el actual proceso de integración europea”, insiste.

Mersch se afana en subrayar que “el euro es además un símbolo de solidaridad en tiempos de crisis” y que “la zona del euro está ayudando a los países que han de aplicar ajustes duros, pero necesarios”. El miembro del Comité Ejecutivo del BCE, que aludió expresamente al programa de ajuste financiero en España “que ha ayudado a sanear los balances de las entidades más débiles”, argumenta que esos ajustes han “sentado las bases para que el crédito vuelva a la economía real”.

 

El euro, ancla de estabilidad

En la misma línea de alegato por la integración europea se pronunció Fernando Restoy, subgobernador del Banco de España. Reconoce que la nueva serie de billetes “nace en un momento en que Europa atraviesa una etapa compleja donde, después de un largo período de expansión, muchos ciudadanos sufren las consecuencias de la falta de crecimiento económico y del aumento del paro”.

Restoy resalta que “aunque en ocasiones pueda resultar difícil, la intensa crisis actual no debe hacernos perder de vista los enormes beneficios que la integración europea supone para la prosperidad económica y la estabilidad”. Y que “para España la introducción del euro ha sido un ancla de estabilidad macroeconómica que impulsó el desarrollo y la modernización de nuestro país hacia los estándares de las economías más avanzadas”.

Además, “en los momentos difíciles, la moneda común ha sido también un escudo que nos ha protegido de los numerosos episodios de turbulencias que han afectado a los mercados internacionales”.

“Si algo hemos aprendido durante esta crisis, es que el único modo para recuperar la estabilidad y el crecimiento, y preservar la integración alcanzada, es precisamente seguir avanzando hacia más Europa, sin permitirnos ningún paso atrás”, señala el subgobernador del Banco de España. “Los pasos adoptados para la creación de una unión bancaria en Europa constituyen un magnífico ejemplo de la estrategia global de refuerzo de la unión europea”, añade.

 

Desde el 1 de enero de 2002

Los billetes y monedas en euros entraron en circulación en 12 Estados de la Unión Europea el 1 de enero de 2002, culminando un proceso que comenzó a principios de los años 90. Ahora, están en 17 Estados, en los bolsillos o en las carteras de 332 millones de ciudadanos. El valor de los billetes de euros en circulación en todo el mundo es aproximadamente igual al de los que están en dólares estadounidenses.

A partir del nuevo billete de 5 euros, el más expuesto a desgaste por el uso(por eso se le ha aplicado un barnizado para mejorar su durabilidad), los actuales irán siendo sustituidos por los nuevos en orden ascendente (10 euros, 20, 50, 100, 200 y 500 euros) a lo largo de varios años.

La lucha contra el fraude es otro de los objetivos del cambio: en el primer semestre de 2012 se retiraron de la circulación 251.000 billetes falsos, cuando había 14.600 millones auténticos en el mismo período.