Esta colección está inspirada en Grecia y sus colores, joyas con toques de la antigua Grecia que se reflejan en las entrepiezas de oro que he utilizado y tiene al mar como protagonista, con sus colores serenos y el brillo del agua.

Como novedad es que el tamaño de las piedras es mucho más grande que en otras colecciones, pero fiel a lo simple y que vuelvo a utilizar el oro, en una especie de regreso a mis orígenes, en vez de la plata.

Todo el proceso de producción lo hago yo. Compro las piedras semipreciosas, las entrepiezas de oro y plata y las fornituras, los cierres, chafas…. y las ensamblo una a una para darles el acabado que yo quiero.

Reconozco que soy maniática a la hora de trabajar. Tiene que estar todo limpio y ordenado. Por ejemplo, lavo todas las piedras que compro para devolverles su energía, como si fuera un ritual y siempre trabajo con música rock de fondo, eso hace curiosamente, que me concentre y despeje mi mente y el ambiente.

Normalmente selecciono de tres a cuatro canciones mientras trabajo en una colección. Cada colección tiene una música de fondo de uno o dos grupos que en ese momento me inspiren. En esta, los protagonistas han sido los Red Hot Chilli Peppers y Manu Chao, que reconozcámoslo, resulta una música de gran contraste para hacer joyas de cierta delicadeza con aguamarinas, jades y cuarzos claros que son los que he utilizado en esta ocasión. Sin música no puedo trabajar, sin una canción que me inspire o diga algo, es imposible.

Siempre, en todas las colecciones, nunca faltan la piedra ojo de tigre con vetas marrones y doradas tanto para invierno como verano porque es mi piedra fetiche. Aunque mi favorita, sean las turmalinas por la belleza de su larguísima gama de colores y por su altísima calidad.

Hago joyería porque no me gusta la bisutería, no me gustan los plásticos, todo lo que utilizo son materiales nobles y de una alta calidad. Y decir, por último, que mis grandes críticos son mis hijos y sus amigos.