“Soy un enamorado de los Jaguar y el F-Type es una maravilla. No soy presumido para mí pero sí me gusta conducir un buen coche.  Me gusta la velocidad, cuando se puede ir rápido”. Esto lo decía Nicolás Vallejo-Nájera, Colate, con sus doce puntos en el carné de conducir intactos y vestido de pies a cabeza por Armani, posando delante del último deportivo descapotado de Jaguar, el T-Type. Menos de 24 horas ha pasado en España, el ex marido de Paulina Rubio. Colate llegaba el jueves al mediodía desde Miami y se iba por la mañana del viernes. Ni tiempo para visitar a la familia ni casi para disfrutar del jamón. Gracias a Dios que anoche abundaban las bandejas de ibérico en el Museo del Traje de Madrid, donde se presentaba socialmente el F-Type.

Este viaje relámpago de Colate, lo hacía contratado por Jaguar para presentar el último biplaza de la marca, el F-Type, en un evento nocturno en el Museo del Traje de Madrid ante 250 invitados.  La expectación era doble, para muchos porque era la ocasión de ver un coche único, ya que lo han traído a España en secreto y fue descubierto, cuando el actor pintor Jordí Mollá entró en el recinto conduciéndolo y para otros, porque Colate ha hablado por primera vez en España de su divorcio de Paulina Rubio y además, sin poner ningún inconveniente. Anoche se habló de todo y contestó a todos, incluida una ilusión venezolana que tiene en Miami. Algo inédito, la verdad.

Será Síndrome de Estocolmo pero lo cierto, es que es un hombre encantador. Ahora no me extraña que haya sido novio de la aristócrata más aristócrata de España, Eugenia Martínez de Irujo o de la que fue más top de las top internacionales españolas, Inés Sastre. Después de escucharle no me sorprende que haya necesitado refugiarse en el yoga que practica su amigo Nacho Cano en Miami, para relajarse de la tormentosa separación de la cantante mejicana Paulina Rubio y que es un padrazo, tanto que su estancia en España ha sido de 24 horas por regresar inmediatamente a Miami para estar con su hijo Nico.

Además de Colate, a la fiesta, en la que el catering era un non-stop, también acudían Juncal Rivero, con el pelo tipo charleston en negro azabache “lo llevo así porque me lo quemaron. Fui a teñirme de platino y me lo achicharraron, tanto es así, que no hubo más remedio que cortarlo para regenerarlo” y aunque eran las once de la noche y tenía que irse al cumpleaños de su amiga Norma Duval, allí seguía Juncal charlando con Belén Lacalle y Luis Antonio Ruiz, responsables de Jaguar  y con Samantha Vallejo Nájera, que le contaba cómo es de apasionante su aventura como profesora en el programa de televisión “Master Chef” en TVE-1 y lo interesante que es el nuevo libro de cocina –y ya van tres- que la hermana de Colate está a punto de publicar.