El Karma existe

25/04/2013

diarioabierto.es.

Ahora es el momento en que la vida sola te está empujando a cumplir esa frase típica “vive cada segundo de tu vida como si fuese el último”. Estamos todos al límite, al límite de nervios, de genio, de depresión, de preguntarnos porque pasa todo por todo, de mala educación, de te machaco y gano, de voy a ser rebelde e inconformista, quizás desahogue fastidiar a alguien, que mal te estás haciendo si cumples algo de esto o muchas cosas más imposible de escribirlas, por tiempo y espacio.

Un día ya decidí preguntarme de verdad como era eso de vivir cada segundo de esta vida, sin pensar ni en el antes ni el después, pensando que al minuto siguiente ya no iba a estar en este mudo logre sentir algo.

Me desperté muy pronto como todos los días, incluso los días o épocas más agotadoras de mi vida, siempre me gustó ver amanecer, acaricié a mi perro pegatina y le vi sonreír, se estiraba como si me estuviese dando un abrazo, pero me gusta que se vuelva a dormir tan tranquilo mientras yo voy a la cocina a prepararme el té. Si me levanto mucho antes de lo necesario es para disfrutar con mi té en la mano, tirada encima de la cama y viendo amanecer, algún sonido de fondo según el día, silencio en casa mientras los demás duermen para oír el amanecer, o las noticias sin regodearme pensando en el fracaso del día  o lo que va a acontecer, o oír  música. Este momento de relax antes de tirarme a la actividad, me da la vida y el buen humor.

Cuando pienso que las cosas en el mundo van tan mal, más ganas de ser feliz al segundo tengo, hay que luchar contra ello, y empiezo por mí misma y los míos. Empiezo a despertar, ya me conozco los despertares e intento hacer reír al somnoliento malhumorado, me llueven zapatillas que tengo que esquivar, pero cuando me asomo veo en sus caras una mínima sonrisa que me hace pensar, que soy una pesada que les hace gracia.

Efectivamente esto de no pensar en el avatar del día es fantástico, he descubierto que las alarmas de teléfono móvil producen  relax, simplemente se trata de olvidarte de esa infinita lista de cosas que tienes que hacer, el teléfono  te avisa en su justo momento, entonces actúas, haces lo que tengas que hacer , cuando acabas suspiras como si necesitases sacar el aire de esa actividad y llenarte de un aire nuevo para lo que venga después , Creo que todo el mundo ha soñado alguna vez en tener un secretario o secretaria que te vaya diciendo las cosas , y así  despejar  un poco más tu cabeza, pues la tenemos todos ya, no me digáis que un 99,99%  de la gente no lleva el móvil encima. Está claro que si no lo llevas, es que estás de vacaciones mentales, concentrado, estamos dejando la alarma.

Si todo se organiza, para no faltar y no tener que pensar en cosas en que la tecnología nos solucione por ejemplo, la vida es más fácil y ese segundo que quiero vivir a tope lo tengo. Me encanta por ejemplo cuando voy con alguien en el coche, mirar a esa persona, simplemente porque no vas solo sonríes. El otro día me dijo un amigo al que no veía hacía tiempo: todos estos años he aprendido mucho de la cara de la gente, llevamos una hora sentados hablando tranquilamente, pues incluso en los momentos más duros que nos hemos tenido que contar de esta vida ,me miras con una leve sonrisa. Parece que hay una calma en mi alma. Porque por fin he comprendido que hay que vivir el segundo de una palabra, de una mirada, de una cucharada de sopa, de mirar algo agradable, sin más placer que ese momento de vida.

Por supuesto que os preguntareis ¿Qué tiene tal caso… de placentero?, probablemente nada, pero menuda experiencia, es curioso, que sensación tan fuerte, un UUUFFF lo que me está pasando es una fuerte sensación que seguramente después contarás o pensarás y dirás ¡aquí estoy! Ante lo malo, míralo de frente y cámbialo. Nunca dejará de ser malo, pero quizás tu vida si lo dejará que se vuelva una anécdota, o un empujón que te lleva al “ porque nunca pasa nada por nada”.

He aprendido que la paciencia es un arma fantástica para vivir, no hablo de la paciencia en la cola del paro por ejemplo, hablo de la paciencia para conseguir ganar felicidad, si hay que olvidar se olvida con paciencia, porque las cosas buenas, algún día salen de su escondite.

Quien provoca la maldad , el desapego y daño, la vida a lo largo de los años, bendita paciencia, sin tu esperarlo, a ellos les pasa cuenta y a ti te llega un orgullo de hacer bien , de felicidad e incluso una recompensa por un “sufrimiento” que hemos mandado a ese sitio del cerebro que todos conocemos  que no olvida pero archiva, que te hace comprender que TODO LLEGA e incluso la felicidad o la calma ,por sufrir los actos de otros a los que EL KARMA les devuelve su irresponsabilidad.

Amor se da y al final se recibe, piensa y no dejes de amar tu vida.

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