Se trata del peor dato, desde que Rajoy está al frente, del PP, el partido que se ha caracterizado en sus meses de Gobierno por el recorte de las prestaciones y derechos sociales y laborales y la subida de impuestos.

Sin embargo la fuerte caída de su predecesor en el Ejecutivo, -el PSOE que comenzó con esa política que ahora continúa con fuerza el Partido Popular– ha  provocado el efecto de que el PP, pese al rechazo de cada vez mayor número de españoles, aumente su diferencia electoral con los socialistas en un punto.

Así, el mes pasado el Partido Popular tenía un respaldo electoral del 34%, lo que supone su peor dato de la era Rajoy y diez puntos menos que en las generales de 2011, pero aumentó hasta los 5,8 puntos su ventaja sobre el PSOE respecto al mes de enero (4,8), según el Barómetro de Opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hecho público este viernes.

Por lo que se refiere a los socialistas de Rubalcaba, la estimación de voto se sitúa en el 28,2%, dos puntos menos que en enero y por debajo incluso de su porcentaje de las generales de 2011, cuando el PSOE obtuvo 110 diputados, su peor balance desde la transición.

Frente a la caída de lo que los activistas de los movimientos situados en torno al llamado 15-M denominan el PPSOE, la encuesta del CIS, muestra un crecimiento de la intención de voto para los comunistas (Izquierda Unida) y UPyD. Ambas formaciones obtienen su mejor dato de los últimos años con apoyos del 9,9 y del 7,4 por ciento, respectivamente.

El PSOE gana en voto directo

La encuesta del CIS revela otro dato preocupante para Rajoy y los suyos y es el hecho de que los socialistas, a pesar de su herencia de Gobierno y su deficiente oposición, tienen más electores convencidos (13,7% frente al 12,5% del PP en intención directa de voto) y reciben más simpatías (20,1% por ciento por 16,6 por ciento del PP en lo que denomina como «voto más simpatía»), pero su labor de oposición es peor calificada incluso que la gestión del Gobierno de Rajoy.

Así, mientras que un 68,5% ven «mala o muy mala» la actuación el Ejecutivo del PP, ese porcentaje se eleva al 71,5 por ciento cuando se trata de evaluar el ejercicio de la oposición por parte del PSOE.

Y cuando un 85,6 por ciento expresa ‘poca’ o ‘ninguna’ confianza en el presidente Mariano Rajoy, en el que sólo confía un 12,4 por ciento de los encuestados, la desconfianza en el jefe de la oposición, el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba, se eleva hasta el 89,7 por ciento y sólo un 8,5 por ciento dice tener bastante o mucha confianza en el secretario general del PSOE.

Rosa Díez, la mejor valorada

Esa decadencia de los dos grandes partidos se pone de manifiesto al poner nota a los líderes políticos. La mejor valorada es Rosa Díez, portavoz de UPyD, con una nota de 3,96 puntos, seguida de Uxue Barkos (Geroa Bai) y de Cayo Lara (IU), con notas de 3,81 y 3,52 puntos, mientras que Rubalaba sólo logra 3 puntos y Rajoy aparece en décimo lugar con 2,44 puntos.

Malas notas de los ministros de Rajoy

Tampoco en el Gobierno hay buenas calificaciones pues los mejor valorados, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, sólo consiguen 3,06 y 3,03 puntos. Los peor vistos son los ministros de Educación, José Ignacio Wert, y de Sanidad, Ana Mato, que ni siquiera llegan al 2 (1,76 y 1,99 puntos, respectivamente).

Y al mismo tiempo que bajan los dos grandes partidos, suben los demás partidos de ámbito estatal. Así, el CIS atribuye a Izquierda Unida un voto ya decidido del 7,1 por ciento y una estimación de voto una estimación de voto del 9,9 por ciento, tres puntos más de lo que consiguió en las generales de 2011.

A UPyD se le calcula una intención directa de voto del 4,1% que podría llegar a un respaldo del 7,4% tres puntos más que en las generales, cuando esta formación logró cinco diputados y grupo parlamentario propio en el Congreso.

Por contra, los nacionalistas catalanes y vascos pierden ligeramente (3,4 para CiU y 1,2 por ciento para el PNV), mientras Esquerra repite su récord del 2 por ciento y Amaiur vuelve a quedarse en el 0,9 por ciento, su peor registro.

La Monarquía preocupa más que los nacionalismos

La encuesta revela otro revés para la jefatura del Estado ya que los españoles sólo otorgan una nota de 3,68 puntos a la Monarquía, según el Barómetro del CIS.

La última vez que se preguntó sobre esta institución, en octubre de 2011, logró una media de 4,89 puntos, con lo que en año y medio la Corona ha perdido 1,2 puntos tras todos los escándalos que han salpicado a la Casa del Rey.

En este sentido, el trabajo de campo para el sondeo -2.485 entrevistas personales y domiciliarias realizadas en 236 municipios de 46 provincias y con un margen de error de más/menos 2%– se realizó entre el 1 y el 8 de abril, tras conocerse que su padre dejó al Rey 2,2 millones de pesetas en cuentas en Suiza, cuando aún coleaban las reuniones de la princesa Corinna, amiga del Monarca, con el ministro de Exteriores, y coincidiendo con la imputación de la infante Cristina en el «caso Urdangarin».

Las Fuerzas Armadas, las grandes aprobadas

Así, la Monarquía figura ahora en sexto lugar en la lista de las instituciones por debajo de la Guardia Civil (5,71), la Policía (5,65) y las Fuerzas Armadas (5,21), que son las únicas que aprueban. También están mejor valorados que la Jefatura del Estado los medios de comunicación (4,79) y el Defensor del Pueblo (3,94).

Eso sí, la Corona queda muy encima de los partidos políticos y del Gobierno, que cierran la lista con un 1,83 y 2,42 puntos, respectivamente, seguidos de los 2,45 puntos que se anotan los sindicatos, del 2,43 que los ciudadanos ponen de media al Parlamento y del 2,87 con el que se quedan las organizaciones empresariales.

En comparación con aquel estudio de octubre de 2011, todas las instituciones han caído en valoración, pero lo han hecho especialmente la Monarquía, que se deja 1,2 puntos y el Parlamento, los partidos y el Gobierno, que pierden en torno a un punto cada una.

En medio de la tabla figuran la Iglesia Católica, la que menos puntos pierde en año y medio con una nota de 3,56 puntos y el Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que pierden alrededor de medio punto cada uno y se quedan con un 3,51 y un 3,52 puntos respectivamente.

El paro, el primer problema de los españoles

La lista de problemas nacionales sigue reflejando también la preocupación de los españoles por la corrupción, los partidos y los políticos, si bien la principal inquietud, como viene ocurriendo desde septiembre de 2008, continúa siendo el paro, que es citado en el 80,7% de los cuestionarios, alrededor de un punto menos que en el mes anterior.

En el segundo puesto de la tabla repiten la corrupción y el fraude, que se habían anotado un récord histórico en marzo, pero ahora bajan medio punto, con un 39,3 por ciento de menciones. Y el tercer lugar es, de nuevo, para los problemas económicos, que recaban 35,5 por ciento de respuestas.

La inquietud por los desahucios sigue aumentando

La clase política es percibida como un problema en el 29,4% de entrevistas, descendiendo mínimamente en comparación con el estudio anterior y como quinta preocupación, perdiendo algo más de dos puntos, sigue la sanidad (7,9%).

El sondeo también refleja que sigue creciendo la inquietud por los desahucios, que irrumpió por primera vez en el barómetro de febrero y aumentó hasta el 5,5% en marzo, coincidiendo con la tramitación de la Iniciativa Legislativa Popular sobre dación en pago y los «escraches» a políticos auspiciados por la Plataforma de Afectados por la Hipotecas (PAH).

En abril, mientras seguían esas protestas, los desahucios fueron citados en 5,7% de cuestionarios, porcentaje muy similar el 5,4 que se anotaron los bancos, dejando por detrás a otros problemas como la educación o los problemas sociales en general.

Más preocupación por la Monarquía que por los nacionalismos

Y ya muy debajo se produce una incorporación en la lista de problemas nacionales, ya que la Monarquía se cuela por primera vez, rozando el 1% de menciones. Aunque ese 0,9% es mínimo, supera por ejemplo al 0,4% que recibían los nacionalismos y 0,6% que sumó el terrorismo el mismo mes, pese a que las encuestas se hicieron poco después de un comunicado de ETA sobre los presos y de que la banda advirtiera de que la negativa del Gobierno a atender a sus representantes en Oslo tendría consecuencias negativas.

La relación de problemas personales también sigue liderada por el paro (52,9%) y en segundo lugar figuran los problemas económicos en general (34%), seguidos de la sanidad (10,4%). La corrupción y el fraude y los políticos aparecen en cuarto y quinto puesto con un 10,1 por ciento y un 9,3 por ciento de menciones, respectivamente.

El barómetro de abril vuelve a evidenciar la mala percepción que tienen los ciudadanos de la situación política, aunque los porcentajes mejoran un poco respecto al mes anterior. Para el 82,8 por ciento es mala o muy mala -cifra que en marzo fue del 84 por ciento-, frente al 1,8 que la juzga buena o muy buena.

También descienden ligeramente los que consideran que la situación política es peor que hace un año, que pasan del 54,6 al 47,1 por ciento, así como lo que auguran que en doce meses será peor, que ahora se sitúan en el 32,6 por ciento y en marzo eran casi el 38 por ciento.