El catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona (UB), consejero de varias empresas y vicepresidente del Círculo de Economía, el principal “think tank” catalán, asegura que «el paro juvenil en España es el doble del paro general, y esa es exactamente la misma relación que existe en todos los países, con la única diferencia de que en nuestro caso, cuantitativamente, la cifra es un poco más alta». En consecuencia, Costas afirma que «el problema específico en España no es el paro juvenil, sino el paro a secas», de forma que cuando se reduzca el paro general será cuando «veremos reducir también el paro juvenil».

Antón Costas considera que el déficit más grande que tiene Europa en estos momentos no es el déficit público, sino el de la confianza entre países. En sus declaraciones al programa “Converses” de COPE en Cataluña, asegura que «cuando se entra en una crisis financiera como la actual, si no hay un líder capaz de desarrollar economías de liderazgo, la recesión se alarga mucho tiempo.» Y esta situación, dijo, es lo que está pasando: «Alemania tiene derecho a ser lo que es, pero no tiene ni capacidad, ni ambición ni voluntad de ser líder en un momento en que la crisis necesitaría este líder».

Para el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona la salida sería que «el Banco Central Europeo (BCE) se decida a ser un banco central como Dios manda y que tome decisiones similares a la FED estadounidense, el Banco de Japón o el Banco de Inglaterra». Unas medidas que el experto defiende que sean “no convencionales, más allá de la rebaja del tipo de interés y el control de la inflación”, con el objetivo de incrementar la liquidez en Europa y financiar a pymes y familias.

Síndrome de Berlín

También sobre el papel que está jugando Alemania, Antón Costas ha explicado que ahora hay líderes en este país que aprovechando la crisis europea y ante la inexistencia de un BCE que actúe propiamente como Banco Central, «en lugar de construir una Alemania europea apuestan por una Europa alemana «. En este sentido, Costas ha señalado que las “élites españolas padecen el síndrome de Berlín”, una adaptación del síndrome de Estocolmo que los secuestrados suelen padecer cuando comprenden las razones de sus secuestradores, pero en este caso adaptado a la situación económica que impone Alemania. El catedrático también ha insistido en que hay que «inyectar liquidez, como la sangre a un enfermo» para hacer llegar el crédito a empresas y familias con objeto de reactivar la economía, y considera que se debe poner freno a la austeridad «porque actualmente nos está llevando al precipicio».

Sobre el Plan Nacional de Reformas presentado por el Gobierno a Bruselas, el catedrático de Economía Aplicada critica que “no especifica los instrumentos para abrir canales complementarios”. Respecto a otro síndrome, el que ha despertado entre los ahorradores la intervención de los depósitos en Chipre, Costas asegura que el seguro de depósitos se estableció en los años 30 para evitar el pánico. Sin embargo, considera que desde que la Unión Europea intervino en Chipre “se dio un paso que pasará a la historia como una chapuza con riesgo grave”. Hasta ahora, el catedrático siempre había aconsejado que el dinero siempre está mejor en el banco, pero “el recelo de Chipre ha abierto una espita peligrosa y ahora me queda la duda”.

Sobre las elecciones alemanas que se celebrarán en septiembre, Costas afirma que “gane quien gane no anticipo ningún cambio sustancial en la postura alemana”. Para el catedrático, “más interés tienen las elecciones europeas del año 2014”, aunque advirtió que “hoy por hoy no existe un interés general europeo porque los políticos que hay en el parlamento europeos son nacionales”. En este sentido, defendió el modelo de Estados Unidos, que tiene en la figura presidencial la representación del interés general, una institución que en Europa no existe.

Respecto a la reforma de las pensiones, el catedrático subraya que “tan importante es lo que se debe hacer como la forma como se hace”. A su juicio, son muy “importantes los costes de transición” y las reformas hay que plantearlas bien “porque la gente hace planes de futuro, y si la norma se cambia hay que hacerlo permitiendo la adaptación al cambio”.

“Si no crezco no pago”

El profesor recordó la frase del presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari, que dijo mirando hacia el norte “si no crezco, no pago” para defender que el problema de deuda desmedida impide crecer, lo que resulta malo para ti y para el prestamista. Costas señala que en la Unión Europea hay países “con una deuda excesiva, y con ellos hay que hacer como con las empresas: abrir un proceso de negociación con los acreedores, un proceso concursal”. Un extremo que el catedrático también lo extiende a las personas y a los países defendiendo las quitas.