La situación de Pescanova está al límite y, sin un crédito puente del entorno de los 50 millones de euros, puede colapsarse de forma definitiva. La auditora Deloitte, administrador concursal de la pesquera, ha realizado un llamamiento de al comité que representa la banca acreedora para que la aportación de liquidez sea inmediata.

En la primera reunión de los nuevos gestores con el steering committee, que se celebró la pasada semana, ya se expuso la grave situación de la empresa que puede desembocar en su liquidación. Los bancos que forman parte de ese grupo, lo que en principio tienen más deuda y riesgos con Pescanova, no se negaron en rotundo a aportar el préstamo, pero pusieron condiciones: conocer la lista de acreedores -que puede llegar al centenar-, la deuda de la compañía y el destino del crédito puente. El problema es que la compañía parece que no puede esperar a que se cumplimenten esos requisitos, entre los que está también cuándo y en qué condiciones se devolvería el crédito.

Mientras, el deterioro en el interior y exterior es galopante, ya sea en Argentina, Chile o en España. Y parece que en algo tenía razón el anterior presidente Antonio Fernández de Sousa en la medida que señaló que los directivos elegidos por la CNMV no podrían hacer frente a la gestión de un grupo tan complejo e internacionalizado, para la que hay conocer desde la negociación de las cuotas pesqueras a la comercialización en decenas de países.