La Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos se está luciendo para finalizar el año. Un lucimiento que comienza por la subida del 9,8% del recibo de la luz, la enésima de los últimos tres años, y por si fuera poco el servicio público ferroviario, el de cercanías -usado por millones de usuarios diariamente- un 3,1%, el del AVE un 2,8% y la media distancia más de un 4%.

No está mal para empezar un 2011 de continuación de una crisis que nos quitamos de encima ni aunque todo el país se ponga en ayuno. Y los expertos no hacen más que decirnos que no se vislumbra la salida, sino que seguiremos estancados en las amenazas de los «moody’s» de turno y con los especuladores al acecho.

Es curioso esto de la ciencia económica que se aplica en España. El Gobierno da ejemplo con los empleados públicos bajándoles el sueldo, las empresas piden seguir por el mismo camino de menores salarios; a los pensionistas se les congela la pensión y a los más de cuatro millones de parados se les acaban las existencias (ahorros) y las prestaciones. Pero lo demás sube.

Parece que vivimos en «dos españas». Una la del mundo económico, en la que hay dinero para el Frob, para ayudas a sectores en crisis y lo que vaya surgiendo en eso que han bautizado con el pomposo nombre de «economía sostenible»; las eléctricas tienen cada vez más cerca que acabemos con su deuda, que empieza a ser histórica, y a los consumidores no hace más que amargarnos también históricamente; el transporte público también sube; los cigarrillos; los carburantes… Parece como decía la canción que en esta España «la vida sigue igual».

Y luego está la otra España, la que no tiene ni para los cobradores del Frac; para la que no queda dinero ni para los 426 euros mensuales de aquellos quienes agotaron todas sus prestaciones y que, encima, utilizan esos mismos montantes para darles formación como si se pudieran comer los manuales y los apuntes… A los ciudadanos que no les suben el salario hasta les incrementan el billete de tren para desplazarse a trabajar, porque además con eso de que los precios de la vivienda llegaron a ser tan burbuja, se tuvieron que ir al extrarradio…

Este año, a punto de finalizar, nos subieron el IVA y para el 28 de enero está previsto hacer oficial que nos tendremos que jubilar a los 67 años por eso de que es necesario garantizar la salud financiera del sistema público de pensiones. Lo malo es que a este paso, con subidas a troche y moche de todo lo básico y necesario, con pensiones congeladas y salarios mermados, quién puede aportar más dinero a un plan de pensiones para mejorar la prestación que nos quedará cuando nos jubilemos.

Con estas decisiones económicas, siento ser tan ignorante en el tema, pero que alguno de los sesudos asesores del Gobierno nos explique cómo se puede reactivar el consumo para que se reactive la economía y se pueda crear empleo… A este paso nos van a cobrar hasta por el aire (contaminado) que respiramos. Así tenemos la moral… por los suelos.