“Estamos muy cómodos con nuestra actual estructura de capital”, responden en la Sociedad gestora de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), más conocida como el ‘banco malo’ (hay quien prefiere definirlo como el ‘punto limpio’), cuando se les pregunta por la captación de nuevos inversores. La Sareb tiene un 45% en manos del Frob, y el 55% restante, entre bancos, cajas y aseguradoras nacionales y extranjeras.  “La captación de accionistas no está entre las prioridades, que se centran en la venta de los activos, pero si alguien quiere entrar en la Sareb, será siempre bienvenido”, precisan en la entidad. En este sentido, insisten en que el BBVA no se ha acercado de nuevo para formar parte de la Sareb, después de rechazar entrar en su accionariado a finales de 2012.

La Sareb también descarta que vaya a necesitar financiación adicional, porque el plan de negocio, “que es bastante conservador”, contempla ingresos suficientes a través de las ventas de activos. «La vocación de la compañía es no tener necesidades de financiación. Si las hubiera, se valorarán en ese momento«, subrayan en la entidad.

Los directivos del ‘banco malo’ tratan de desmontar la imagen de que aplican márgenes de hasta el 25% sobre los precios a los que han sido transferido los activos inmobiliarios y créditos ‘tóxicos’ de las entidades nacionalizadas y de las que han recibido ayudas públicas. “Buscamos el precio óptimo, aquel que busca que la venta se realice, pero al mismo tiempo proporciona rentabilidad e ingresos”, explican.

Aunque no hacen públicos los datos sobre venta de activos en estos cinco primeros meses de vida de Sareb, sí aseguran que “está alcanzando ya un ritmo cercano a una velocidad de crucero”, pese a que el mercado inmobiliario sufre “un entorno muy complicado”.

De hecho, la Sareb tiene “en marcha” varias operaciones “singulares y relevantes”. Y espera que el mercado se vaya animando, recordando que muchas inversiones se concretan en el tramo final del año.

Medidas que no son positivas

En la Sareb reconocen que el plan de negocio contempla la demolición de promociones inviables, pero matizan que “no será una partida relevante, porque un derribo ahorra gastos, pero nunca genera ingresos”. Y dejan muy claro que “solamente se invertirá en aquella promoción que genere una rentabilidad adicional”.

Respecto a medidas como la adoptada por la Junta de Andalucía, seguida de una forma o de otra por diferentes comunidades autónomas, de expropiar temporalmente viviendas vacías a los bancos, en la Sareb reconocen que «no son positivas» para esta entidad. «Cualquier observador neutro puede entender que cuando uno tiene una cartera de pisos, ésta se ve afectada por la expropiación o por otras medidas. Pero son normas, y estamos para cumplir el ordenamiento jurídico«, concluyen.