Aunque este año se está haciendo de rogar, en poco tiempo el astro rey lucirá en todo su esplendor y para entonces todos nos haremos la misma pregunta: ¿Cómo debemos protegernos? El sol es  fuente de vida, de alegría, de disfrute al aire libre. Sin embargo, su irradiación tiene también efectos nocivos para el organismo y especialmente para la piel. Todo depende de nuestro fototipo que viene definido por el color de la piel, del cabello, la tendencia a las quemaduras solares y la aptitud al bronceado. Estas particularidades están genéticamente programadas. Una vez conocemos nuestro fototipo y las condiciones de exposición solar ya podemos elegir la fotoprotección que mejor se adapta a nuestra sensibilidad natural al sol.

Algunos consejos básicos.

–          Aplicar el protector antes de la exposición al sol, renovando frecuentemente su aplicación, sobre todo después de cada baño. Es importante exponerse progresivamente al sol y evitar la exposición entre las 12h y las 16h.

–          Evitar las sesiones bronceadoras con lámparas de rayos UVA, ya que contribuyen a la aparición de cánceres cutáneos y aceleran el envejecimiento.

–          A los niños menores de 3 años, no hay que exponerlos a insolación directa: protegerles siempre con un fotoprotector alto. La piel conserva la memoria de todas las radiaciones recibidas durante la infancia. Cuando más importante ha sido la dosis de radiación recibida, mayor es el riesgo de aparición de cánceres en la edad adulta.

–          Protegerse con gorra y gafas de sol con cristales homologados capaces de filtrar los rayos UVA y UVB.

–          Secarse bien después de cada baño. El «efecto lupa» de las gotas de agua favorece las quemaduras solares, disminuyendo la eficacia de los protectores solares aunque éstos sean resistentes al agua.

–          Beber agua en abundancia y frecuentemente: el sol deshidrata nuestro organismo.

Un protector solar que da excelentes resultados es el Avene SPF50+ sin perfume:

• Pieles alérgicas a perfumes
• Cuperosis y rosácea
• Dermatitis atópica.

• Sin parabenos, sin siliconas y sin alcohol.

• Rápida absorción
• Transparente sobre la piel, sin efecto blanco
• Acabado “Toque seco”

Cuidados específicos para pieles sensibles y delicadas.

Hay varios tipos de pieles sensibles:

–          La piel sensible natural: su piel es fina, clara, a veces un poco seca, se descama en superficie, enrojece fácilmente (puede ser el principio de una cuperosis).

–          La piel sensible reactiva: el frío, el sol, el viento, los cuidados de higiene inadecuados, estropean su piel. Un peeling, una intervención láser, pueden ocasionar que su piel reaccione activamente.

–          Piel ocasionalmente sensible: una afección cutánea, tal como una dermatitis seborreica, así como otras muchas situaciones activan la sensibilidad de su piel.

Otros factores que también hacen reaccionar a estas pieles sensibles son, fototipos, patologías, estados de nerviosismo, estrés, agresiones climáticas e incluso cosméticos inadecuados.

¿Como es el cuidado de una piel sensible? Se deben utilizar productos de belleza específicos  y evitar los productos irritantes. Los cuidados han de ser con productos suaves, desensibilizantes, calmantes, evitando tensoactivos fuertes, alérgenos u otros excipientes no adecuados a pieles sensibles. Utilizar los productos más neutros posibles, los que tengan menos ingredientes, sin alcohol. Es importante que los productos usados estén etiquetados como hipoalergénicos y no comedogénicos.

Un producto muy recomendable para pieles sensibles es la crema para pieles intolerantes de Avene.

• Hidratación y nutrición de pieles intolerantes y reactivas

• Pieles sensibilizadas por tratamientos medicamentosos
• Formulado por cosmética estéril.
• Sin conservantes, sin perfume, sin colorantes, sin alcohol.
• Sin parabenos.

Cuidados especiales para niños y bebés.

La piel del bebé es todavía inmadura: más fina y más permeable que la del adulto, no puede desempeñar plenamente su papel de defensa y de protección natural. Es muy vulnerable. Hay que lavar suavemente al bebé, con un producto específico suave, sin jabón y sin perfumes, preferentemente con la mano, aclarando delicadamente, prestando una atención especial a nivel de los pliegues. En cuanto al cuero cabelludo, es preferible un producto adaptado a la higiene del cabello del bebé, que no irrite los ojos. Es necesario proteger la piel del bebé a diario, y en particular las zonas expuestas a las agresiones externas como el rostro, manos y especialmente nalgas ya que el pañal retiene el pipi y las heces y éstas son irritantes para la piel del bebé. Estos pequeños cuidados diarios serán tan apreciados por el bebé como las caricias y los gestos calmantes y su piel se volverá suave y aterciopelada. Por tanto, son indispensables formulados con un mínimo de ingredientes seleccionados por su suavidad, sin perfume, sin colorantes, sin alcohol, sin parabenos y que estén testados bajo control pediátrico y dermatológico.

Crema ideal para el cambio del pañal, Avene Pediatril:

• Prevención del eritema del pañal protegiendo la piel de las sustancias irritantes.
• Tiene una textura cremosa, no oclusiva.
• Se extiende fácilmente.
• Sin perfume  y sin parabenos.

Twitter: @CarmelaDf