El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, reclama al Gobierno «cierta flexibilidad» en los impuestos, al menos durante los próximos meses, para estimular la economía y sobre todo permitir el desarrollo de las pequeñas medianas empresas (pymes) y facilitar la atracción de inversión extranjera hacia España. Huertas ha aprovechado su participación en un encuentro de Esade para argumentar que “convendría que en el camino que tenemos que recorrer en los próximos meses se permitiera cierta flexibilidad» respecto a los impuestos, que no dejan de ser “una barrera” a la hora de estimular a la economía y ayudar a generar confianza.

Huertas muestra su «preocupación» por el nivel de impuestos fijado en España, tanto para los trabajadores como para las empresas. Critica que la carga impositiva existente en España es de las mayores en Occidente. Hábilmente, diferencia entre la cantidad de impuestos que paga Mapfre en España, con un Impuesto de Sociedades del 30%, frente al negocio global del grupo. Y asegura que Mapfre abona de media un 29% de impuestos.

El presidente de Mapfre describe como «tiempos complicados» la situación actual, porque los indicadores económicos que anticipan la recuperación todavía son «débiles» e insuficientes para provocar un «cambio de rumbo«. Además, «la transformación de los motores de la economía española todavía son incapaces de crear empleo«. Por lo que reclama «señales robustas» que muestren una recuperación sólida de la economía española.

Objetivo: liderazgo total en Latinoamérica

Antonio Huertas destaca la internacionalización de Mapfre, que genera el 64,7% de los ingresos y el 54% de los beneficios fuera de España, y la buena evolución de sus resultados pese a los «baches» sufridos por la inversión en Bankia y por la pérdida de valor de otros activos, incluidos los inmobiliarios. Las empresas que no salgan fuera «difícilmente van a poder apostar por el futuro«, un camino que Mapfre inició en los años 70 y en el que quiere continuar hasta convertirse en «un grupo global«, añade.

El presidente de Mapfre exige que el grupo se convierta «en poco tiempo» en líder absoluto del seguro en Latinoamérica (ya lo es en No Vida, pero en Vida es el segundo). Para alcanzar esa posición en Vida, Mapfre debe «aprovechar» la consolidación de las clases medias en países como Perú, Colombia y especialmente México. Además, Mapfre seguirá creciendo en Brasil, que ya es su segundo mercado más importante. Huertas ve potencial en Estados Unidos. Y también en Asia: India, China y los países del sudeste. Ni una palabra sobre Euopa, la gran asignatura pendiente de Mapfre.

«Queremos ser aseguradores y punto«, responde cuando se le pregunta si Mapfre va a invertir en proyectos de infraestructuras, como ha pedido el Gobierno.

Respecto a los comparadores, Huertas defiende que «son muy transparentes y benefician al consumidor«, y recuerda que Mapfre participa en Rastreator. Pero precisa que «serán los reguladores los que decidan el papel que tienen que desempeñar los comparadores«.

Sobre bancaseguros, Huertas cree que la transformación de las cajas de ahorro en bancos (Mapfre mantiene acuerdos con las nacionalizadas Bankia y CatalunyaCaixa; Caja Duero, en proceso de absorción por Unicaja, que tiene a Aviva de socio; la antigua CCM, integrada en Liberbank, que ha optado por Aegon; además de Bankinter) permitirá seguir manteniendo este canal de distribución, fundamental para Vida y Pensiones y con un peso creciente en No Vida. «Las compañías de seguros esperan que el sector bancario confirme su base de negocio«, concluye el presidente de Mapfre.