Ya se sabe, los viernes susto. Se reúne el Consejo de Ministros y mientras nos aprietan semana sí, semana también más el cinturón nos prometen arcadias futuras gracias al acierto de las medidas que toman. Ya lo dice el catecismo, fe es creer en lo que no se ve.

El del día 24 prometieron medidas aparentemente satisfactorias en la lectura que hizo. Una ,la limitación de las responsabilidades económicas a los emprendedores que decidan crear una empresa. La segunda, el  facilitar los permisos de residencia a los extranjeros de posibles que se compren una casa o que decidan invertir en España ya que contribuyen a crear riqueza. Incluso podríamos el Gobierno nos propone que celebremos que en el futuro los empresarios no  tendrán que pagar el IVA hasta que cobren las facturas.

Si estas medidas representan el principio del fin de la crisis, bienvenidas sean. Sin embargo también cabe otra interpretación de estos acuerdos. Si usted no tiene trabajo y es tan osado que pretende volar solo montando un negocio el Gobierno le avisa que posiblemente las cosas no le irán bien, se endeudará y los bancos ya sabemos cómo las gastan. A cambio le ofrecen un parche para evitar que se arruine totalmente: no podrán embargarle la vivienda.

La segunda medida que ofrece el Gobierno puede interpretarse como una invitación a que vengan a España las mafias que tan activamente trabajan en los países del Este, bien sea invirtiendo en viviendas o mansiones, bien extendiendo su ámbito de actuación por estos lares. Si el dinero que traen es bueno, ¿para qué hacer preguntas insidiosas?

La tercera, el aplazamiento del IVA hasta que las empresas cobren las facturas (en una buena parte debidas a la morosidad de la Administración) parece que tendría que ser de sentido común, el contrasentido es pagar impuestos por un dinero que no has cobrado. Pero también puede ser un brindis al sol, dado que no entrará en vigor hasta el 2014, con lo que quedan aún muchos viernes para derogar esta medida.

Menos mal que hay quien promete bajar los impuestos antes de que acabe está legislatura (aunque sus correligionarios inmediatamente lo desmienten), pero de ilusión también se vive y como diría Jaime Mayor Oreja son “decisiones trampa”.