Mapfre deshojó la margarita. Tras varios meses de silencios y de declaraciones públicas más bien ambiguas sobre la alianza estratégica con Bankia heredada de Caja Madrid, el presidente de Mapfre, Antonio Huertas, aprovechó un acto organizado por Kpmg y Unidad Editorial para lanzar lo que en el sector se ha interpretado como un órdago a Bankia. “Mapfre establecerá con Bankia una vinculación adecuada en bancaseguros, y la compra del negocio asegurador del banco no es lo más adecuado”, señaló Huertas en ese acto.
Esa afirmación implica que Mapfre descarta totalmente la adquisición del 50% de Aseval que estaba en manos de la multinacional británica del seguro Aviva, socia de bancaseguros de la antigua Bancaja. Semanas antes de que se fallara el arbitraje solicitado por Aviva, el nuevo equipo gestor de Bankia optó por llegar un acuerdo: pagó 609 millones de euros (el grupo británico reclamaba 944 millones) y recuperó el control total sobre esta filial, que es la quinta aseguradora de Vida del mercado español, con un ahorro gestionado de 4.774 millones de euros.
Pero también muestra que Mapfre pone condiciones a Bankia para ser el socio de seguros del grupo. Entre ellas, su intención de no invertir un euro más, tras los descalabros del Banco de Servicios Financieros, creado inicialmente por Mapfre y que en una revisión de la alianza estratégica con Caja Madrid pasó a ser de propiedad conjunta para años después ser liquidado, y de la salida a Bolsa de Bankia, donde la aseguradora fue el inversor que más apostó en la operación (280 millones para controlar el 4,11%) para terminar perdiéndolo prácticamente todo tras la situación generada por la nacionalización de la entidad. “No hemos tenido mucha suerte en nuestra experiencia como banqueros, ni antes ni ahora”, reconoce Huertas.
Mapfre quiere extender a todo el grupo Bankia el acuerdo de bancaseguros con la antigua Caja Madrid. Pero su presidente es consciente de que se trata de “una negociación compleja e intensa, con muchas cuestiones por armonizar en las oficinas procedentes de cada una de las cajas que formaron Bankia”. Además, hay acuerdos con Caser y con Plus Ultra (grupo Catalana Occidente), heredados de otras cajas que forman parte de Bankia, aunque no constituyen un gran problema. “No estamos inquietos, Bankia hará todo lo posible y antes de final de año se resolverá la cuestión para que Mapfre venda sus productos en exclusiva en la red de Bankia”, concluye el presidente de Mapfre.
Por parte de Bankia, seguros y, sobre todo, planes de Pensiones (que no forma parte del acuerdo con Mapfre heredado de Caja Madrid), es una actividad estratégica para el equipo de José Ignacio Goirigolzarri, José Sevilla y Antonio Ortega. «Estamos reordenando junto con Mapfre y los otros socios el área de seguros del banco, que es una actividad prioritaria en nuestro plan estratégico hasta 2015«, explican en el banco. Bankia quiere potenciar, sobre todo, Vida Riesgo y Planes de Pensiones.
Tampoco preocupa a Huertas la venta forzosa del 15% de Mapfre en manos de Bankia (es el segundo mayor accionista, tras la Fundación Mapfre, que tiene el 63%): “Estaremos atentos a esta salida cuando se produzca, y la Fundación Mapfre decidirá en su momento si participa en la operación”. Los analistas creen que Bankia no tendrá problema alguno en colocar ese paquete de Mapfre entre inversores institucionales, y que el plazo para la venta (tres años) es suficientemente flexible como para que todos (el banco, la aseguradora y los inversores) salgan ganando en la operación.
Modelo en cuestión
No obstante, llama la atención que causen sorpresa las palabras del presidente de Mapfre sobre la alianza estratégica con Bankia y su rechazo a realizar inversiones adicionales. Porque Antonio Huertas no ha dicho nada diferente, aunque sí lo ha hecho en un tono mucho más claro y rotundo que entonces, que el 8 de febrero, cuando afirmó que en la revisión del acuerdo con Mapfre había más opciones que la sociedad participada al 50%. Insinuando, ya entonces, que Mapfre no iba a comprar el 50% de Aseval.
Huertas se mostró muy crítico con las expectativas que se plantearon cuando se firmaron las joint ventures y, sobre todo, con los precios que se pagaron. “Si se hubieran cumplido todos los planes de negocio que se hicieron entonces, el seguro español debería tener ahora un tamaño entre cuatro y cinco veces superioral que tiene actualmente”, argumentaba hace cuatro meses. “Estas operaciones ocasionaron una inflación de precios en los acuerdos de bancaseguros”, añade.
“Mapfre quiere ser líder en bancaseguros, pero es un negocio donde dependes de tu socio bancario. El panorama debe serenarse, y hay que ver cómo acaba la reestructuración bancaria. En función de cómo quede, jugaremos nuestro papel”. Ya en febrero Huertas comenzaba a mostrar en público sus cartas.
Además de no querer realizar inversiones adicionales en el acuerdo con Bankia, Mapfre no busca más operaciones de bancaseguros, Actualmente tiene sociedades al 50% en Vida y Pensiones con Banco Castilla La Mancha, la antigua CCM, integrada en Liberbank, que ha apostado por Aegon como socio de bancaseguros; la nacionalizada CatalunyaCaixa; y Caja Duerom, fusionada con Caja España (cuyo socio es Aviva) y en proceso de absorción por Unicaja, que trabaja con Aviva. Además, tiene acuerdos tanto en Vida y Pensiones como en Seguros Generales con Bankinter.
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