YPF ha sido uno de los temas protagonistas de la junta de accionistas de Repsol celebrada este viernes -31 de mayo-, después de que la asamblea de la empresa argentina aprobase horas antes la presentación de una demanda por  la retribución de los directivos de la petrolera andina en la etapa en la que estaba bajo control de la compañía española. Pese a este intento de cambiar el foco de la atención ante las diversas querellas presentadas por Repsol por la expropiación de YPF, el «argumento jurídico» de la demanda no parece preocupar en exceso en Repsol. No obstante, advierten que habrá respuesta en los tribunales si el proceso progresa.

Brufau aseguró que la aprobación de todas las retribuciones se ha hecho cumpliendo con la legislación y con el apoyo de los auditores. La demanda. que es más de forma que de fondo, afecta al periodo 2003-2011, por lo que también implicaría al anterior presidente, Alfonso Cortina.

Pese a la inmediatez de la decisión que se produjo horas antes de la junta de Repsol, a instancias del actual presidente de YPF, Miguel Galuccio, Brufau se centró más en ratificar que un eventual acuerdo con la empresa argentina y el Ejecutivo de Buenos Aires pasa por que abonen el precio de las acciones expoliadas, que se eleva a unos 10.800 millones de dólares (unos 8.500 millones de euros). Una solución que dista bastante de la presentada por la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, al presidente de La Caixa, Isidro Fainé, que pretendía lograr la paz con una participación minoritaria de la petrolera española en el yacimiento de Vaca Muerta.

En este contexto ha subrayado a los accionistas que Repsol no va a renunciar a recuperar el valor justo de YPF, y que sigue abierto a las negociaciones sobre esa base. Ha agradecido el apoyo del Gobierno español, pero también de otras entidades como loa Unión Europea, frente al contencioso abierto ahora hace catorce meses por la expropiación de la filial argentina. Como otros presidentes de grandes empresas ha elogiado las medidas adoptadas por el Gobierno español para salir de la crisis.

Brufau defendió la solución dada por el grupo a las preferentes, que se ratificó en la junta, y señaló que era la mejor adoptada por una compañía española para este tipo de activos. Reconoció que las emisiones se realizaron en una etapa muy difícil para el grupo, con dificultades para cumplir con sus compromisos financieros a raíz de la bancarrota de Argentina, y con el apoyo de los colocadores de las preferentes: BBVA y La Caixa.

Respecto al grupo mostró satisfacción por la evolución del grupo en Bolsa, que ha mejorado más de un 50% en doce meses, y por la colocación en el mercado del 5% de su capital, sí como de las emisiones de bonos. Aspectos que, a su juicio, muestran que el mercado cree en el futuro de la petrolera.

Las propuestas del consejo a la junta se aprobaron con un porcentaje entre el 95% al 99%, a excepción de la política de retribución al consejo y la dirección, que logró un 86%. Fainé, vicepresidente de la petrolera, no asistió a la junta al celebrarse la misma mañana la de Telefónica. Sí acudió José María Nin.