Sin contar con lo que se haya generado el Salón Inmobiliario Internacional de Madrid (SIMA), que finalizó este fin de semana, la Sociedad de gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), ha vendido desde finales de febrero (cuando firmó los contratos de gestión de sus activos con las entidades que cedían los activos y préstamos ‘tóxicos’) hasta mayo 550 viviendas. Los ingresos obtenidos por la entidad en la gestión de sus activos financieros (préstamos y créditos al promotor) e inmobiliarios superaron los 500 millones de euros

Además de las ventas cerradas en los últimos tres meses, la Sareb, más conocida como el ‘banco malo’, cuenta con otras 800 operaciones en marcha y pendientes de escriturar, y 2.200 inmuebles sobre los que existe una oferta preliminar de compra.

Pero la Sareb no sólo quiere vender. Y se ha marcado como un objetivo estratégico potenciar el alquiler de vivienda, “especialmente en aquellos mercados donde la liquidez es menor y las posibilidades de venta más reducidas”. “Esta estrategia permite a la Sareb no solo satisfacer una demanda social creciente de este tipo de producto, sino también maximizar la rentabilidad de sus propios activos”, explican en la entidad. La gestora controlada por el Frob pero con mayoría de capital privado cuenta ya con casi 8.000 inmuebles en régimen de alquiler, que le han reportado hasta el momento la cuarta parte de los ingresos obtenidos por la gestión de los activos inmobiliarios.

Compradores minoristas

El canal minorista ha sido hasta ahora el más activo en adquisiciones, pero la Sareb ha comenzado ya a operar con inversores institucionales. Por un lado, con el lanzamiento en el mercado mayorista de su primera cartera de activos. Por otro, mediante la venta directa de su participación en un préstamo sindicado.

Para la presidente de la Sareb, Belén Romana, “la empresa está dando los pasos precisos y necesarios para cumplir el mandato otorgado”, que es liquidar la cartera de activos financieros e inmobiliarios adquiridos de las entidades nacionalizadas y de las que han recibido ayudas públicas para su saneamiento, por importe de 50.700 millones, en un plazo máximo de 15 años.

Pese al entorno económico actual, la Sareb “ha detectado desde su nacimiento un gran interés de los inversores por conocer su oferta, que abarca una amplia tipología de bienes inmuebles, además de créditos y préstamos al promotor”, destaca Romana.

La presidenta de la Sareb resalta que esas ventas se han  realizado pese a contar con unos recursos limitados. Tras tres meses, la plantilla del ‘banco malo’ está en el 50% de lo previsto.

La Sareb tiene en su cartera 55.700 viviendas y unos 30.000 activos anejos (plazas de garaje y trasteros, fundamentalmente); unos 15.000 suelos, de los que un 80 % está considerado urbanizable y urbano; más de 185.000 metros cuadrados en oficinas; una treintena de hoteles, y 150.000 metros cuadrados de superficie alquilable en centros comerciales. Los activos financieros, fundamentalmente créditos, suponen casi el 80 % del balance del ‘banco malo’. Dos terceras partes de los préstamos están vinculados a inmuebles terminados.