Nada más entrar notas que es diferente al resto de locales de la calle. Su entrada está enmarcada por cerámica de Manises, deduzco. Pasar la puerta y entrar en un hall cubierto con paneles lacados de una antigüedad indeterminada pero que sí puedo asegurar que llegaron de Oriente y que su marquetería es original. Subir las escaleras, siguiendo la estela del incienso y ser recibida a pie de escalón por el artista, es la primera impresión que me llevo, pero giro la cabeza a la derecha y veo una especie de altar con candelabros encendidos y flores frescas. Claro, que esto que veo, mañana puede ser diferente. La decoración cambia pero el concepto no.
Las joyas expuestas en urnas de cristal parecen maquetas de teatro. Hay algo teatral en todo lo que me rodea. Cada objeto tiene una historia y un por qué. Las joyas son recargadas, hechas para admirar durante un rato porque se encuentran detalles en lugares insospechados y donde crees que no puede entrar un buril. Tienen color, mezcla de texturas, piedras preciosas y materiales lujosos.
Una música clásica ayuda a que la visita sea larga y sosegada. Hasta el taller-despacho-mesa de trabajo, lleno de objetos únicos, curiosos y chocantes forman parte de la escenografía. Detalles que un día decoraron un barco de lujo de la mano de Lalique o le animaron la vida a un Marajá. La mesa llena de bocetos, minuciosamente iluminados, también encierra una caja con pergaminos y una pluma. Todas las joyas se acompañan de su historia escrita a mano y de su ilustración.
Vicente Gracia es un artesano y un hombre exquisito. El resultado es lo que tenía que ser en un hombre así. Como si quisiera encerrar muchas cosas en un objeto tan pequeño como una joya en el instante que un animalito se cuela por una montaña de oro o lapislázuli.
Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.