La comisión permanente del Congreso mexicano ha aprobado solicitar al director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, un informe detallado  sobre el efecto en los resultados debido al incremento de su participación en Repsol. Este aumento del 4,7% fue suscrito en agosto de 2011, a raíz del pacto de la compañía mexicana con la antigua dirección de Sacyr para hacerse con el control de la empresa española.

El acuerdo incluye informar a la comisión permanente sobre los eventuales  efectos financieros de la venta de estas acciones, y se debe en parte a que el órgano regulador del mercado bursátil de Estados Unidos dio a conocer que Pemex acumulaba pérdidas al cierre de 2012 por esta operación.

Según esos datos, esa cifra equivaldría a 50% de su inversión inicial, motivo por el cual el grupo mexicano ha puesto en venta su participación accionarial en Repsol,  según medios de ese país. No obstante, el grupo que preside Antonio Brufau ha recuperado la cotización anterior a la expropiación de YPF.

Pemex además ha explicado que su participación en Repsol se sustenta en la compartición de tecnología, sobre todo en aguas profundas, más que en el valor financiero. El anterior responsable de Pemex, Juan José Suárez Coppel, optó por utilizar financiar el aumento de la participación en Repsol en un 30% con recursos de la empresa mexicana y el 70% restante a través de deuda.

Esta decisión se toma en un entorno en el que algunas fuerzas políticas quieren abrir más la empresa estatal al capital privado, mientras que otros medios, como el dirigente político de la izquierda Cuatemoc Cárdenas, se opone a esa estrategia.