Slow Baking, panes de toda la vida

14/06/2013

María Barroso. El aroma y el sabor de siempre vuelven a la mesa de la mano de Panishop. Tiempo, reposo y una producción sin aditivos son los secretos para obtener la línea de panes naturales más sofisticada de España.

Un nuevo concepto, el Slow Baking, conquistará los paladares de los amantes del buen pan. Creado en España, y único en Europa, es el resultado de años de investigación para posicionar el pan como producto de alta cocina. La empresa aragonesa Panishop ha paneslogrado, tras intensos años de investigación, recuperar los sabores de siempre gracias a la utilización de masas madre de cultivo natural, además de llevar a cabo un proceso de producción natural “sin aditivos” que no altera el sabor, la textura, ni los valores nutricionales.

Slow Baking respeta el tiempo que se necesita para la óptima elaboración del pan permitiendo así un perfecto desarrollo del sabor. Al igual que un buen vino necesita madurar, el sabor del pan se obtiene tras largos procesos de maduración de la masa. Cuanto más largos y cuidadosos son los reposos, más finos e intensos serán los aromas del pan. Además, el tiempo y el descanso influirán en la formación de la miga y de su corteza.

Las especialidades de Slow Baking de Panishop se elaboran con una masa madre de cultivo natural, preparada y mantenida cada día en obradores. Un elemento fundamental constituido por fermentos naturales y microflora, que ayuda a esponjar y a conseguir volumen, a la par que genera los componentes aromáticos que caracterizan el sabor y el aroma del pan.  No sólo saben mejor, sino que son más sanos, más digestivos y tienen una mejor conservación.

Durante su presentación en España, que ha tenido lugar esta semana, Jorge Pastor, Director de Investigación de Panishop ha querido dejar claro que “los panes se diferencian por el aspecto, el aroma, el sabor, la textura de su miga y de su corteza, su conservación, sus valores nutricionales y sobre todo, su capacidad de generar sensación de placer al comerlo”. Un proceso y un producto que han sido certificados por primera vez externamente por el Centro Nacional de Tecnologías y Seguridad Alimentaria, CNTA, encargado de verificar el proceso libre de aditivos de Slow Baking. “Se trata de la primera vez que hemos creado un sello específico sobre pan en una marca española”, explica la doctora Blanca Jaúregui, directora de I+D+I del CNTA.

Y además, hay un pan para cada ocasión. Diez variedades para los paladares más exigentes entre las que encontramos pan de espelta, con un alto contenido en proteínas; la tahona multicereales; pan celta elaborado con diez cereales, semillas y granos; la hogaza, con su corteza gruesa y enharinada,  que respeta la tradición y en donde cada unidad se forma a mano; el de bagazo o de cerveza; el tradición con triple fermentación; el pan de cinta o de caña de azúcar y aceite de oliva, legendarios de Aragón; el pan de pipas de calabaza que conforma una flor de aromas o la tradicional chapata italiana de pasas.  En definitiva, sabores y aromas de antaño que hacen de cada pieza un producto único.

¿Te ha parecido interesante?

(+5 puntos, 5 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.