La necesidad de crédito en las pymes

17/06/2013

Miguel Ángel Rodríguez.

La rentabilidad de la deuda pública de nuestro país deja de ser el principal problema en el que se centra la atención de los inversores internacionales y las primas de riesgos vuelven a niveles sostenibles.

A pesar de ciertas reticencias por parte de los sectores más tradicionales tanto del mundo financiero británico como de algunos medios de comunicación que han publicado algún artículo claramente intencionado y sin ningún fundamento en el que se calificaba a la hacienda española de insolvente, el foco se dirige hacia las necesidad de reactivar la financiación de las pequeñas y medianas empresas y por esta razón la importancia del estado de salud de nuestro sector financiero vuelve a estar en boga.

La percepción de riesgo, todavía desfavorable para los países del sur, provoca que los diferenciales de financiación de las empresas España con respecto a Francia y Alemania sean considerables, por encima de 200 puntos básicos.

Aunque lo más preocupante no sea eso, sino el bajo nivel de concesión de créditos empresariales.

La denegación de solicitudes de préstamos en España se encuentra todavía, a pesar de haber mejorado en los últimos meses, muy por encima de la media de la Eurozona. Las razones no son solo de solvencia empresarial sino de capacidad bancaria para absorber riesgos

Lo positivo ,quizás sea ,que el tan manoseado debate de austeridad o no austeridad parece estar llegando a un punto intermedio , desde luego más sensato, y los dirigente europeos parecen darse cuenta de que en casos como el español, la reducción del gastos público a costa de los contribuyentes y consumidores- subidas de impuestos- y de los asalariados- reducción de salarios que supuso un 5% en términos nominales en el año pasado , mientras que por  la subida del IVA, el índice de precios al consumo subía un 3%, no es el camino para que la devastada economía de nuestro país encuentre un camino de salida y comience a generar ingresos necesarios para la consolidación fiscal y por supuesto se creen puestos de trabajo.

Los mercados vieron con agrado las declaraciones de líderes europeos,   solo unos meses atrás hubiese sido impensable haberlas oído pronunciadas por ellos, como Schauble o Olli Rehn a favor de una flexibilización en los plazos para la consecución de los estrictos objetivos de déficit presupuestario impuestos anteriormente.

El Banco Central Europeo, esta vez ha actuado de contrapeso, urgiendo a los países a no relajar los esfuerzos para reducir su deuda, pero con un discurso igualmente flexible y considerado de poca presión.

El BCE había mostrado poco tiempo antes su apoyo a los avances conseguidos por España en este sentido y a través de las provisiones de liquidez al sistema financiero y de la aceptación de la deuda soberana de nuestro país como garantía a los bancos españoles, daba de manera indirecta soporte al riesgo soberano español y de manera más directa también lo hacía con el programa OMT  por el que se comprometía a comprar bonos en caso de que el país así lo solicitase.

Es importante el propósito mostrado por  el Banco Central Europeo , el que en  su última reunión , además de rebajar un cuarto de punto el tipo de interés de referencia , anunció que estaban estudiando un instrumento financiero conocido por sus siglas en inglés ABS ( Asset Back Securities) para reintroducirlos en el sistema y facilitar con ello las concesiones de créditos a actividades empresariales.

Los ABS, o titulizaciones de créditos, son de sobra conocidos en el mundo financiero,  y muy extendidos en sistemas como el estadounidense.  Podrían ayudar a facilitar el crédito ya que una vez empaquetados y titulizados, las entidades pueden negociarlos e incluso podrían servir para ser utilizados como garantía colateral a la hora de solicitar liquidez al propio Banco Central Europeo.

Últimamente han vuelto a hacer declaraciones en este sentido y parece claro, aunque la lentitud de la toma de decisiones es exasperante, que el objetivo es facilitar la financiación de las PYMES, bien sea a través de la compra de ABS , bien sea a través de fondos provistos por el Banco Europeo de Inversiones.  Como digo anteriormente, es una buena señal  que el regulador bancario europeo se preocupe de la transmisión de su política monetaria a la economía real y sobre todo que identifique el problema ahí donde está, en la falta de financiación de nuestra economía.

Pero hay otro tema fundamental que hay que dejar zanjado de una vez por todas y  es el de la confianza en las entidades de crédito y para ello es necesaria una clarificación definitiva de salud financiera de cada una de ellas.

Es un requisito imprescindible que los bancos puedan acceder a los circuitos de financiación sin obstáculos y a precios razonables, pero mientras las sospechas sigan  campando a sus anchas, las probabilidades de que el problema se solucione son bajas.

En este sentido, se vuelve a escribir sobre el estado de salud de los bancos españoles en periódicos económicos británicos y como viene siendo habitual en los últimos años dejando una sombra de duda al respecto.

Y la incertidumbre surge de los préstamos reestructurados que en la actualidad se encuentran dentro de los balances de los bancos españoles.  Una vez saneado mediante provisiones los incobrables y ajustado el precio de los activos tóxicos, la duda surge sobre la calidad de esos créditos que se han reestructurado y que en las entidades financieras clasifican en niveles de menor peligro o normalidad.  Estos activos suman un importe de 200 mil millones de euros y se calcula que aproximadamente la mitad de ellos podrían tener que ser reclasificados como activos dudosos.

Pues bien, incluso en este caso, los bancos españoles, cada uno de ellos en diferente nivel naturalmente, podrían hacer frente a las provisiones necesarias de esta nueva clasificación sin tener que recurrir a ayuda, rescate ni tan siquiera financiación externa.  En el mejor de los casos, los tres grandes, Santander, BBVA y Caixabank , de ser necesario ,harían frente a sus obligaciones con una pequeña parte de sus resultados esperados.  Y en la parte más débil aunque se viera reducido su beneficio de manera sustancial, estos otros bancos no necesitarían de ayuda externa para realizar las provisiones.

Se empiezan a ver algunas campañas ofertando mejores condiciones de crédito a empresas españolas en las últimas semanas, los bancos  están ahora en una situación mucho más favorable que en la que estaban hace un año y esto sin ninguna duda se va a notar en el crédito.

Solo necesitamos que el Banco Central Europeo siga  alentando el desbloqueo de los circuitos de crédito y también que, por supuesto, se avance en otras medidas de estímulo a los sectores más productivos de nuestra economía y que en la actualidad se encuentran por debajo de su potencial.

Los últimos pasos que se están dando en el seno de los organismos de gestión económica europea parecen encaminarse hacia el lugar ya indicado por otros organismos internacionales como el FMI o gobiernos como el norteamericano y el BCE , aunque de manera mucho menos intensa que la Reserva Federal o el Banco de Inglaterra, tiene el propósito de que su política monetaria sirva para que los costes de financiación de las empresas y de las economías domésticas sea más favorable y sirvan de estimulo para el relanzamiento económico europeo.

Es importante para ello que se mantengan sin sobresaltos las primas de riesgo soberanas, de ello depende en gran medida también el coste de financiación de las empresas de cada país, y que el Banco Central avance lo más rápido posible en su programa de facilitación de la financiación a la PYME europea.

Miguel Ángel Rodríguez es analista de XTB

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