El Roscón: un dulce redondo

03/01/2011

Carmen Fuentes.

Se acaban las Fiestas Navideñas (¡A Dios gracias! dirán algunos) pero llega el Roscón de Reyes para despedirlas. Es el dulce más redondo de la Navidad y para muchos, el más esperado. Y llega, como siempre, con sorpresa.

El roscón es como el gazpacho: cada uno tiene su fórmula y no por ello hay que menospreciar el que hacen los demás. De hecho, es muy difícil decir cuál es el mejor roscón porque si unos valoran la textura y la esponjosidad, otros se inclinan por los aromas más o menos perfumados a azahar, y otros pocos se fijan en los adornos de las frutas secas escarchadas o las naranjas confitadas. Lo mejor es catarlos, degustarlos y, después, opinar. Desde hace 10 años cada noche de Reyes acudo invitada a tomar el Roscón con chocolate a casa de una amiga, pero no un es una invitación normal sino una cata de los famosos roscones de las diversas pastelerías de Madrid que tienen fama, precisamente, por este dulce. Hay 7 roscones y les ponemos puntuaciones. Nada fácil, porque para gustos están los sabores y para texturas las diferentes masas. Por lo general suelen quedar ganadores los esponjosos y los que tienen un ligero aroma a agua de azahar, pero sin pasarse. Y es que el Roscón es un bollo elaborado con una masa dulce con forma redonda adornado con rodajas de frutas cristalizadas (escarchada) o confitada de diversos colores, en el que cada maestrillo aplica su librillo, aplica su fórmula, que le hace más o menos rico dependiendo del gusto de cada cual.

El roscón de Reyes no es otra cosa que un bollo elaborado con una masa dulce, con forma redonda, adornado con rodajas de frutas cristalizadas (escarchada) o confitadas de diversos colores que desde hace siglos se viene sirviendo la víspera y el día de Reyes para decir adiós a las Fiestas Navideñas. Pero es que el roscón no es precisamente un dulce español. El origen de su masa viene de Francia (de donde procede una buena parte de nuestra pastelería) de la llamada “Galette des Rois” que, en muchas casas, se come el día de Reyes (aunque en el país no sea ese día Fiesta). En Francia el pastel va acompañado de una corona de papel, grande y dorada, que  sirve para coronar rey o reina a un niño de la casa.

Este bollo navideño también está presente en otros países hispanoamericanos, principalmente Argentina y México (cuya tradición llevaron los españoles) e, incluso, en Portugal. Y en todos ellos es normal acompañarlo de una taza de chocolate, bien en el desayuno o en la merienda, aunque últimamente se está sacando mucho como postre tras la comida.

Tiene gracia que este dulce que se come el día de Reyes no tenga nada que ver con la adoración de los Reyes Magos al Niño Dios en Belén. Su origen está relacionado con las saturnales romanas, aunque en la actualidad se le relaciona de forma directa con una representación complementaria y comestible de la corona de adviento, un dulce típico de centroeuropa. Las saturnales romanas eran unas fiestas dedicadas al dios Saturno con el objeto de que el pueblo romano, en general, pudiera celebrar los días más largos  que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para celebrar esos festejos se elaboraban unas tortas redondas hechas con higos, dátiles y miel  que se repartían por igual entre plebeyos y esclavos. Llevaba dentro un haba seca, juego al que los romanos eran muy aficionados.

Julio Caro Baroja en su obra “El Carnaval” recoge dos testimonios sobre el Roscón de Reyes o el Rey de la Faba: el primero correspondo l Reino de Navarra donde en 1361 se designaba “Rey del Faba” al niño que encontraba el haba en el Roscón, tal y como sucede hoy. El segundo testimonio corresponde a Ben Quzman, poeta andalusí, que describe en su Cancionero una tradición similar con una torta que se comía en el año Nuevo y que contenía una moneda.

El secreto de tan exquisito dulce como es el Roscón no es otro que el saber bien mezclar la harina, la levadura, el azúcar, la mantequilla, los huevos, la ralladura de naranja y limón, el agua de azahar, las frutas escarchadas y las almendras. Lo demás, es cuestión del “toque” del repostero, aunque hoy con las nuevas tecnologías y la Termomix cualquiera hace en su casa un roscón excelente, sin necesidad de aguantar las largas colas que hay que hacer en algunos establecimientos donde los roscones tienen fama.

El roscón se ha ido adaptando a los tiempos y los rellenos son frutos de las innovaciones. Los hay de sólo masa, pero también abundan los rellenos de nata, trufa, crema pastelera o cabello de ángel. Todo depende del gusto del público. Pero eso sí, los pasteleros artesanos advierten de la proliferación de roscones de Reyes falsos, es decir que han sido elaborados con masa de bollo suizo, mucho más barato y sin el sabor típico del roscón. Por eso si se compra en un buen obrador el fraude no se da porque los roscones tienen garantía. He aquí los mejores sitios donde comprar el Roscón en Madrid :

1.-Nunos Pastelería (Narváez, 63. Tl 91 4092456) cuyo pastelero José Fernández ha ganado durante los dos últimos años el premio al Mejor Roscón de Reyes de Madrid. Su secreto: las tres fermentaciones de la masa y los ingredientes puros, sin aditivos. Su precio: 36 euros el roscón de 500 gramos.

2.-Antigua Pastelería del Pozo (calle del Pozo, 8)

3.-Pastelerías Mallorca

4.-Horno La Santiaguesa (calle Mayor 73)

5.-La Mallorquina ( Calle Mayor 2)

6.-La Duquesita (Fernando VI, 2)

7.-Casa Mira (Carrera de San Jerónimo, 30)

8.-Horno San Onofre (San Onofre, 3)

9.-Viena Capellanes (diversos establecimientos por Madrid)

10.-Panaderías Valpan

11.-Viena La Crem (C/ Santa Brígida, 6. Tel. 91521 68 90)

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