Así lo señala el Informe de emisiones de Gases de Efecto invernadero en España 1990-2012 WWF España 2013. Buena prueba de esto es que en 2012 las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron un 1,9%. Aun así seguimos muy lejos de los objetivos marcados en el Protocolo de Kioto.

Entre 1990 y 2012 las emisiones de CO2 aumentaron un 18,7% en España. En el periodo 2008-2012 nuestro país emitió un 24,5% más de gases de efecto invernadero, superando así el 15% asignado por el Protocolo de Kioto.

El descenso de las emisiones en 2012 viene como consecuencia de una reducción importante del consumo de electricidad y en el uso del vehículo privado. El informe destaca como elementos claves “los altos precios del petróleo, la paralización de la construcción, la caída en las ventas de automóviles, la disminución de la demanda eléctrica y de gas natural, así como el aumento del paro”.

Emisiones por sectores

El informe destaca que el sector energético es el mayor responsable de las emisiones. En 2012 representaron un 78% del total. Dentro de estas emisiones destacan la generación de electricidad y el transporte por carretera. El resto correspondería a las refinerías petrolíferas, industria, transporte aéreo y los usos residenciales y servicios.

Las emisiones derivadas del sector eléctrico crecieron un 25,4% entre 1990 y 2012. En el año 2012 aumentaron el 23,5%. Según el informe, aquí es donde cobran importancia las energías renovables, que “han evitado en 2012 la emisión de 38 millones de toneladas de CO2 y cerca de 200 millones de toneladas de CO2 durante el periodo 2008-2012”.

Las emisiones del transporte, por su parte, crecieron un 43,7% en las últimas dos décadas, un 21,7% del total en 2012. En este sentido, las emisiones se han ido rebajando en los últimos años debido al aumento del precio de los combustibles.

Entre las diferentes soluciones que se proponen en el informe destacan el fomento de las energías renovables, poniendo fin a su moratoria y garantizando unas retribuciones suficientes. Además, acabar con la incertidumbre regulatoria en el sector eléctrico, entre otras.