Manuel Manrique, presidente de Sacyr, presidirá este jueves la junta de accionistas de la empresa con un balance muy diferente al de ejercicios anteriores, cuando se recogió los efectos de la política inversora de su predecesor en el puesto, con su apuesta por el control de Repsol. Una gestión que, junto a la crisis del sector inmobiliario, llevó al hundimiento de la compañía en Bolsa y a acumular una deuda que parecía casi insalvable.

La empresa de infraestructuras ha dado después un giro en su estrategia y así parece haberlo entendido los mercados. Con una subida del 44% en el año hasta 2,38 euros, se ha convertido en el valor con mejor comportamiento del Ibex. En esta trayectoria ha influido la reducción de la presión vendedora sobre las acciones, después de la práctica salida del anterior presidente Luis del Rivero del capital, y de varias cajas de ahorro. Otro aspecto positivo es que estos socios han sido sustituidos por fondos y otros inversores institucionales.

Las declaraciones de este miércoles en las que ha señalado que quiere desprenderse de Vallehermoso, con posibles quitas por parte de los acreedores, también han sentado bien en Bolsa, con un alza superior 8%. Vallehermoso cuenta con un stock de 600 viviendas y el valor de los activos en libros está ligeramente por encima del volumen de deuda. Como en el caso de Realia, inversores institucionales podrían estar interesados en entrar en Vallehermoso.