Después de largas negociaciones que han dejado a Pescanova al borde del estrangulamiento económico, los actuales gestores de la empresas, el administrador concursal Deloitte, han conseguido que parte de la banca acreedora firme este viernes la concesión de una línea de crédito urgente hasta 56 millones de euros. Es importante la fecha ya que le permite pagar las nóminas de junio y hacer frente a otros pagos relacionados con los carburantes de los barcos y oros proveedores en filiales en Argentina, Chile y Brasil.

Si bien es lógico que estas negociaciones se alarguen más de lo previsto por las condiciones que exigen los bancos afectados, un tema que ha emergido en este periodo es que las entidades extranjeras se han mostrado más duras en las conversaciones hasta el punto que se han descolgado del acuerdo para aportar liquidez al grupo gallego. De esta forma, en el crédito sólo participan Sabadell Popular, CaixaBannk, NovaCaixaGalicia y Bankia. Además también se suman Santander y BBVA, después de superar el examen del que los responsables del análisis del riesgo de estas entidades han sometido a la concesión.

Por el contrario, se han apeado de la operación Deutsche Bank y Royal Bank of Scotland, que desde el principio del proceso mantuvo esa posición. La parte que correspondería a estas entidades, así como al Commerzbank, que tampoco se ha sumado a la operación. Los principales acreedores de Pescanova son  los siguientes: Sabadell, con  222 millones; Popular, 165 millones; NCG, 161 millones; Caixabank, 157 millones y Bankia, con 126 millones de euros.

Lo que subyace de estas posiciones es que Deloitte se va a enfrentar con significativos obstáculos cuando comience a negociar de lleno la refinanciación del total de la deuda , que supera los 3.300 millones de euros y que gran parte ha sido concedida por entidades extranjeras. Pescanova precisa de una quita, además de una modificación de los plazos, para evitar la quiebra.