El mercado laboral español volvió a emitir otro de esos mensajes cruzados que los expertos se afanan ahora en explicar. Mientras el dato de paro registrado se anotó una histórica reducción de 127.000 personas, los datos de contratación y sobre todo de afiliación vinieron a empañar la buena nueva. Y es que el número de afiliados a la Seguridad Social apenas creció en 26.000 personas, lo que contrasta con el incremento vivido el mes pasado (134.000 personas) e incluso el mes anterior, abril, con 51.000 nuevos afiliados.

A pesar del pinchazo en la afiliación, el paro menguó en junio como nunca antes lo había hecho, en ningún mes de toda la serie histórica, que arranca en 1996. Un total de 127.248 personas borraron sus nombres de las listas de los servicios públicos de empleo. Este descenso (por cuarto mes consecutivo) del 2,6 por ciento no impide que queden aún un total de 4.763.680 inscritos en esas listas, es decir, un 3,22 por ciento más que hace un año.

Salvo la agricultura, el paro descendió en todos los sectores, especialmente en los servicios (con 90.000 parados menos) y todas las comunidades. El paro bajó en un total de 50 provincias mientras que subió, por el contrario, en la provincia de Huelva (1.400 nuevos parados), debido al peso de su sector agrícola..

Afiliación estancada

En junio el buen dato del paro no vino acompañado por una mejoría tan significativa en el dato de afiliación. Mientras que el pasado mes de mayo, el paro descendió en 98.000 personas y la afiliación trepó hasta los 135.000 afiliados, el comportamiento en junio fue muy distinto y solo fue posible sumar 26.853 nuevos cotizantes, lo que contrasta con los 127.000 parados menos. El comportamiento en junio choca también con los datos de abril cuando la Seguridad Social ganó 51.000 cotizantes y hubo 46.000 parados menos.

Las bajas masivas en el sector educativo al llegar las vacaciones -que restaron 33.000 afiliados- explican parte del mal dato. En el lado opuesto, la mejora más destacada se vivió en el régimen de autónomos, que sumó 12.400 nuevos trabajadores; frente a los 4.100 que ganó en todo el año anterior, y que crece ya a un ritmo anual del 0,4 por ciento, cuatro veces más que el año pasado.

En total, el sistema de Seguridad Social roza los 16,4 millones de afiliados aunque en el último año se han perdido 633.000 trabajadores, un 3,7 por ciento.

El pobre dato de afiliación enfrío las expectativas del Gobierno. Desde el Ejecutivo se confiaba en anotar un buen registro y lograr así, con el dato de junio, cerrar el segundo trimestre como el mejor en materia de afiliación de la historia. Los escasos 27.000 afiliados no lo han permitido.

Efecto desánimo

¿Qué explicación tiene esta diferencia tan acusada entre los datos? Los expertos señalan que los datos de afiliación y paro registrado miden cosas muy distintas, como son el número de personas registradas en los servicios públicos de empleo y, por otro lado, el número de cotizantes al sistema de Seguridad Social. Sin embargo, una diferencia tan acusada no ha pasado desapercibida.

Para Asempleo, la diferencia se explica por el efecto desánimo. La patronal de empresas de trabajo temporal señala que “tan sólo una de cada cuatro personas que abandonaron las listas del paro encontró un trabajo el pasado mes de junio”.

Según la asociación, que se disputa con el antiguo Inem la atención de los parados, esta diferencia se debe a que “muy probablemente” la falta de expectativas en el mercado laboral produce que “miles de personas abandonen el registro” cuando ya no tienen acceso a ninguna prestación.

Tampoco la contratación ofrece datos esperanzadores. El número total de contratos cayó en junio cerca de un 8 por ciento. El hundimiento de la contratación se atenúa hasta el 1,81 por ciento si se descuenta el efecto que tuvo el año pasado la contratación masiva de empleadas del hogar, por el cambio de su régimen en la Seguridad Social. En el caso de los contratos indefinidos, la caída se amplía hasta el 48 por ciento anual.